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Rotación/ 39 seguridad durante la última década, como resultado de estándares más altos de construcción y operación, están surgiendo nuevos riesgos a partir de los nuevos combustibles y las tecnologías digitales”, explica Torgeir Sterri, gerente regional de Europa Occidental de DNV. “La mitigación de estos riesgos será vital en el futuro para obtener beneficios potenciales de los nuevo combustibles, la eficiencia y la sostenibilidad, en el camino hacia un objetivo de mejora continua”. Las tecnologías de combustibles alternativos requeridas para la descarbonización presentan nuevos riesgos de seguridad (por ejemplo, el amoníaco es altamente tóxico y el hidrógeno es fácilmente inflamable) y, por lo tanto, es necesario desarrollar nuevas reglas de clase y regulaciones de seguridad para mitigar estos peligros. En este sentido, DNV ve necesario un nuevo requisito para los controles de riesgo y un nuevo enfoque regulatorio basado en evaluaciones de combustible individuales, así como un mayor conocimiento y experiencia en estos riesgos, con la clase preparada para desempeñar un papel vital a este respecto. DNV ya emitió reglas de clasificación para el uso de GNL, amoníaco, pilas de combustible, metanol, etanol y GLP, con el fin de proteger contra incendios y la liberación de gases tóxicos. La nueva notación "Fuel ready" es aplicable para amoníaco, GNL, GLP y LFL (metanol) como combustible para barcos, ya sea individualmente o para más de un combustible al mismo tiempo, con el objetivo de mantenerse seguro y flexible en el futuro. DNV también ha tomado la iniciativa en proyectos industriales para desarrollar pautas de seguridad para el uso de hidrógeno y baterías. Necesidad de un diseño centrado en el ser humano “La digitalización tiene como objetivo mejorar la eficiencia, el desempeño ambiental y la seguridad mediante la aplicación de tecnología innovadora, como gemelos digitales y sensores remotos para monitorear equipos críticos y consumo de combustible. Pero también planteará nuevos desafíos de seguridad debido a posibles fallas del sistema y riesgos de seguridad cibernética que deben gestionarse”, asevera Øystein Goksøyr, jefe del Departamento de Asesoramiento de Seguridad de DNV. “Los sistemas cada vez más complejos e integrados requieren un rol de integración de sistemas dedicado. Esta es una función relativamente nueva en el transporte marítimo y, junto con reglas estandarizadas, debe implementarse y fortalecerse para cerrar la brecha de seguridad con la adopción de nueva tecnología en la industria, ya que cualquier falla del sistema podría detener la adopción a escala de tecnologías vitales que pueden beneficiar la seguridad a largo plazo”. Nueva notación de clase de infraestructura de datos Estos problemas se están abordando con la nueva notación de clase de infraestructura de datos de DNV para estandarizar las interfaces de datos, incluidos los datos de los sensores, para la integración del sistema, así como la notación de clase cibersegura para verificar la seguridad de los sistemas de TI y OT de acuerdo con los requisitos de la OMI y otros superiores. “La digitalización también requerirá un cambio de la industria hacia la resiliencia al riesgo cibernético de los sistemas de los barcos a medida que estos se vuelvan más automatizados e interconectados, alineados con la segregación de red adecuada, el diseño centrado en el ser humano de dichos sistemas y el control de calidad del software de última generación”, advierte Svante Einarsson, responsable del equipo de seguridad cibernética de DNV. 

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