nología marítima, como han hecho otros países europeos. En cuanto a los retos que la industria debe asumir, podemos mencionar los que se plantean en el área medioambiental, con la aplicación de nuevos combustibles, la digitalización y la aplicación de las tecnologías inteligentes, la seguridad marítima y la explotación de los recursos marinos. Y, por supuesto, el desarrollo y estudio del diseño de nuevos e innovadores prototipos. Entendemos que el recién aprobado Real Decreto de ayudas al sector de la construcción naval en materia de investigación y desarrollo e innovación es el camino, y esperamos que esta sea la primera de muchas iniciativas que tanto a nivel nacional como regional permitan que la industria naval avance, se modernice y pueda apoyarse en la tecnología como vía para superar los problemas que surgen derivados de las características propias de la industria, así como de los imprevistos que surjan en un futuro, como ha ocurrido con la pandemia. Dada la aprobación de este RD, ¿se está planteado la realización de nuevos proyectos? Sí. Desde Soermar estamos trabajando activamente con los clústeres y representantes de la industria auxiliar para coordinar y presentar nuevos proyectos que fortalezcan el tejido empresarial naval a través de la tecnología. Estamos trabajando en el desarrollo de nuevos prototipos basados en nuevas funcionalidades y que sean buques inteligentes, eficientes y sostenibles. Hay propuestas que desde la industria auxiliar nos han llegado para desarrollar nuevos sistemas innovadores que se implanten en los prototipos que los astilleros miembros de Soermar están construyendo. También estamos trabajando en el ámbito de los procesos productivos del astillero y los servicios innovadores que los astilleros junto con la industria auxiliar pueden suministrar de forma conjunta. ¿En qué lugar se posiciona España frente al resto de países europeos con la aprobación de este RD? En el sector de construcción naval debemos conjugar muchos parámetros, y no es fácil conseguir, en las actuales circunstancias, que sean favorables. Las necesidades del sector público y privado no son las mismas, aunque sí hay puntos de confluencia. Hay que trabajar para defender mecanismos de apoyo que contemplen las peculiaridades y características del sector, como han hecho otros países. Desde Soermar, estamos dispuestos a poner al servicio de las administraciones públicas, tanto regionales como nacionales, todo nuestro conocimiento de estas ayudas que tienen otros países para trabajar conjuntamente en instrumentalizar mecanismos de apoyo a la industria naval. Las leyes y las normativas están para ayudar a los ciudadanos y a las empresas para que todos tengamos las mismas reglas. Cuando nos perjudican y nos diferencian, algo no funciona y se debe solucionar. Muchas veces nuestro sistema es nuestro peor enemigo. Es muy importante que la industria cuente con programas de ayudas y financiación que contemplen las particularidades de este sector, que permitan las inversiones tecnológicas, la innovación abierta, la mejora de las instalaciones y procesos productivos, con plazos abiertos y no limitados a convocatorias y ventanillas de tiempo concreto que perjudican la posibilidad de que todas las empresas participen. El Real Decreto 1071/2021 es un hito muy importante para facilitar que este sector pueda competir de forma más igualitaria con otros países, no solo europeos, sino de todo el mundo, dado que este es un sector muy globalizado. Y lo es, sobre todo, porque permite unificar los instrumentos normativos, incorpora a la industria auxiliar como beneficiaria de las ayudas y elimina los límites de ayuda por el tamaño del buque. O ”Hemos trabajado intensamente con el Ministerio aportando más de 20 propuestas” Rotación / 23
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