económico y de generación de puestos de trabajo, tal y como demuestran los datos. Solo en España, se estima que su facturación en 2019 se situó en casi 6.000 millones de euros, aportando 2.800 millones de euros al PIB nacional. En términos de empleo, se crearon 50.031 puestos de trabajo, generando 1.500 millones de euros en salarios. Dicho esto, debemos analizar varios aspectos en este capítulo. Por un lado, tenemos a la tripulación. La falta de pasajeros conllevó la disminución de los tripulantes a bordo ya que no es necesario el mismo staff para cubrir las necesidades de un barco en plena operación que cuando está atracado o fondeado sin clientes. No quisiera dejar pasar por alto el esfuerzo titánico realizado por las navieras para gestionar las repatriaciones de los miembros de su tripulación las primeras semanas de la pandemia. Por otro lado, estarían los puestos en tierra, considerando tanto los empleos directos como los indirectos: empleados en las oficinas de las navieras, guías, agentes de viajes, proveedores de servicios en tierra, etc. En líneas generales, y en nuestro país, el mecanismo articulado a través de los ERTE ha ayudado a amortiguar el impacto generado por la suspensión de la operación. Gracias a la paulatina reactivación de la industria, el empleo vuelve a recuperarse, sin duda, una grandísima noticia. Ante esta complicada situación, ¿cuál ha sido la respuesta de los pasajeros? Es cierto que estábamos ante una situación complicada, pero no solo a nivel de cruceros, sino generalizada: conectividad limitada, restricciones, cuarentenas, y, por qué no reconocerlo, miedo, un sentimiento completamente lógico después de los meses tan duros que vivimos, a lo que se une unos índices de vacunación todavía muy bajos y rodeados de un grado de incertidumbre que no estábamos acostumbrados a manejar. La relativa recuperación de la normalidad y el observar cómo los protocolos y medidas para mitigar la COVID-19 implementadas por la industria están funcionando, se está traduciendo en un aumento de la confianza tanto por el lado de la demanda (un mayor volumen de reservas), como por el lado de la oferta: las navieras están incrementando su porfolio, volviendo a operar en destinos prepandemia. ¿Cómo se han adaptado las navieras a esta nueva situación? ¿Se han visto mermadas las inversiones en inno- “Estamos ante una industria que actúa como un motor económico y de generación de puestos de trabajo” Rotación / 35
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