Q93 - Tecnología y equipamiento para la industria química
Energías-, “muchas de las tecnolo- gías que están en el mercado desde hace años requieren los efectos de la física cuántica, como los transistores de los chips de nuestros procesado- res, que requieren una transcripción cuántica del comportamiento de los materiales; o la resonancia magnética, que interactúa con los espines de las moléculas recogiendo el momento magnético de las moléculas de agua de tu cuerpo, y eso es una respuesta cuántica; o el láser, en el que la luz está en un estado cuántico coherente”. Sin embargo, en la actualidad se habla de una segunda revolución cuántica. Veamos porqué. Desde finales de los 90 los experi- mentos en el mundo académico han logrado controlar sistemas cuánticos individuales: un sólo átomo, un sólo fotón... Hoy es posible controlar y pro- gramar el estado cuántico de varios de estos sistemas cuánticos a la vez y de forma muy precisa. Pero, ¿qué son las tecnologías cuánticas? Forn-Díaz las define como «una serie de nuevas tecnologías con las que se pretende controlar los estados cuánticos de la materia y de la radiación de la luz para poder aprovechar la capacidad de la física cuántica, como la superposición y el entrelazamiento”. Pero que nadie se lleve a engaño, el dominio de la materia a nivel cuán- tico está en pañales y funciona a golpe de serendipia. En cualquier caso, la computación cuántica se erige como la más destacada de este conjunto de tecnologías. En los últimos años ha habido una fuerte apuesta por una tecnología que parece entusiasmar a los mer- cados. Hoy gobiernos como China, Rusia o EE UU, inversores y grandes empresas tecnológicas como Google, IBM, Intel o Microsoft compiten en el terreno de la computación cuántica. También Emiratos, que “ya está pla- nificando su futuro pospetróleo”, en palabras del profesor José Ignacio Latorre, físico cuántico, catedrático, investigador y divulgador de entu- siasmo contagioso, y un ejemplo más del reconocimiento internacional al talento español. Latorre ha recibido el encargo del gobierno de ese país de crear y dirigir un centro de com- putación cuántica en Abu Dabi, con una financiación espectacular dicho sea de paso, con el objetivo de parti- cipar en la carrera por la hegemonía cuántica. Y es que en la vida “real”, como en la cuántica, las aparien- cias (o los prejuicios...) engañan, y hay países que, sin hacer ruido, van haciendo camino... El ámbito de la IA será otro gran beneficiado de las aportaciones de la computación cuántica, especialmente útil en la fase de entrenamiento que requieren las inteligencias artificiales; los ordenadores cuánticos, con su gran capacidad de cálculo, reducirán enor- memente este proceso de aprendizaje. La robótica trata de imitar los procesos cerebrales utilizando la computación binaria clásica, basada en secuencias de ceros y unos, bits. Pero los procesos vitales no funcionan secuencialmente sino que lo hacen de manera simul- tánea. Es posible que la IA halle en la implementación de los mecanismos cuánticos de la materia un modo más eficiente de aproximarse a la repro- ducción del pensamiento humano, si es que ese es, o debiera ser, el obje- tivo de la tecnología de inteligencia artificial... (Investigaremos sobre todo ello para un próximo reportaje). En cuestión de calendario, Pol Forn- Díaz nos da una pista sobre los plazos para su implantación: “Todos los orde- nadores cuánticos que hay actualmente son prototipos. La previsión es que en 5 años empiecen a aparecer modelos que ya puedan abordar un problema interesante de optimización de proce- sos o simulación cuántica de alguna molécula... En 10 años es factible que 12 MUNDO CUÁNTICO
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