Q91 - Tecnología y equipamento para la industria química

11 BIOTECNOLOGÍA Fue el caso de Algenex, una empresa que produce proteínas para vacunas a gran escala, utilizando las crisálidas de orugas de la col como biorreac- tores naturales y herramientas de producción. El equipo ya era cons- ciente de que su plataforma podía luchar contra una pandemia como la que nos ha tocado vivir ahora. De hecho, ya estaban con una vacuna contra una cepa de gripe zoonótica entre manos. Tardaron algunas sema- nas antes de reorientar su actividad hacia la COVID-19 ya que, como cuenta la directora general Claudia Jiménez, no imaginaron que llegaría a tal mag- nitud. “Pero en marzo tuvimos muy claro que esto iba para largo y que teníamos ahí una oportunidad, pues en un insecto hay hasta 27 dosis de vacuna para la COVID-19 [en otros casos pueden llegar a 80 dosis] y no cuesta dinero criarlos”, precisa. MANTENER LA ACTIVIDAD EN UN MERCADO COLAPSADO Pero, aunque había oportunidad y voluntad, las empresas tuvieron que esperar. Los genes secuenciados del virus tardaron en estar disponibles, un aspecto que comentan varias fuentes, socias de AseBio. “Tuvimos la sensa- ción de que la colaboración no había sido demasiado fácil, que tardaba el material en llegar y en compartirse”, lamenta Jiménez desde su empresa que esperaba el material de China. Algenex no fue la única empresa, reo- rientada hacia la COVID-19, que se vio afectada por una falta de colaboración público-privada. Belén Barreiro, direc- tora de Ingenasa, relata algo parecido. “El acceso a las muestras en febrero y marzo era muy difícil. Había muy poca gente infectada en España y que tuviese los anticuerpos para poder trabajar sobre nuestro diagnóstico”, cuenta. Una vez pasadas todas estas limitaciones, Ingenasa se encontró con un obstáculo más. “No conseguimos entrar en el mercado español ni en los Inforgrafía.

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