ENERGÍA ¿En qué consiste el mecanismo de ajuste en frontera por carbono y por qué es tan polémico? En el marco de la lucha contra el cambio climático, la Unión Europea (UE) ha lanzado lo que consideran uno de los instrumentos clave dentro del Pacto Verde Europeo: el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono, también conocido como MAFC o CBAM (por sus siglas en inglés, Carbon Border Adjustment Mechanism). Se trata de una parte esencial del paquete de medidas “Fit for 55”, un conjunto de propuestas de revisión y actualización de la legislación de la UE destinadas a garantizar el cumplimiento del objetivo intermedio de la UE de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs) en un 55% respecto a 2030. Esta propuesta ya ha sido tildada de “audaz, complicada y controvertida” y varios países ya han expresado su preocupación por su aplicación. Sin duda, la medida va a perturbar las relaciones comerciales entre la UE y sus socios, pero vamos a ver en qué consiste exactamente. El CBAM está pensado para aplicarse en paralelo al régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE) de la UE y así contrarrestar la fuga de carbono. Basado en el principio de “tope y trueque”, el RCDE establece un precio al carbono y, cada año, las industrias cubiertas por él deben comprar los derechos de emisión correspondientes a sus emisiones de GEIs. Dichos derechos están limitados, y todos los años se rebaja el tope con el objetivo de crear incentivos financieros para que las empresas reduzcan sus emisiones. RIESGO DE FUGA El problema es que esto podría desembocar en lo que se conoce como fuga de carbono: aunque algunas empresas cuyos procesos productivos son altos en emisiones de GEIs tienen asignados derechos gratuitos para respaldar su competitividad, estos se van a ir eliminando progresivamente, apareciendo el riesgo de que consideren trasladar su producción a otros países de fuera de la UE para así evitar el aumento de costes asociado al RCDE, importando productos con un precio más ventajoso en detrimento del medio ambiente. Y es aquí donde aparece el CBAM. Se trata de un arancel sobre los productos intensivos en carbono importados desde la UE, de forma que la balanza se equilibraría al igualar el precio del carbono de las importaciones con el precio del carbono de la producción en la UE. La eliminación progresiva de la asignación gratuita de derechos en el marco del RCDE se producirá en paralelo con la introducción del mecanismo CBAM, garantizando la coherencia entre los objetivos climáticos y la política comercial. El CBAM se aplicará en dos fases, de forma que antes de la entrada en operación del sistema definitivo, se producirá un periodo transitorio cuyos objetivos son: • Servir de aprendizaje tanto para los importadores como los productores y las autoridades implicadas. • Permitir la recopilación de información sobre las emisiones de GEIs para ayudar a perfeccionar las metodologías de cálculo de dichas emisiones. • Adaptar el precio del carbono producido en la UE con el de las mercancías importadas. Antía Míguez, tecnóloga en Genesal Energy 62
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