41 HIDRÓGENO de Alemania, incluye la construcción de una estación de repostaje y trenes de hidrógeno. Alstom, una empresa francesa, está desarrollando trenes de hidrógeno. En 2018, Alstom lanzó el Coradia iLint, el primer tren de pasajeros de hidrógeno en operar comercialmente en Alemania. Hasta la fecha, estos trenes han recorrido más de 1,5 millones de kilómetros en una decena de países, incluyendo servicios en Alemania, Canadá y Arabia Saudita. “Las flotas de Alstom han demostrado que los trenes de hidrógeno son una solución viable, especialmente en líneas ferroviarias no electrificadas, ofreciendo una alternativa libre de emisiones”, apunta el documento. Transporte marítimo El transporte marítimo enfrenta un gran desafío en la transición hacia tecnologías limpias debido a las grandes distancias que recorren los buques y la cantidad de combustible que requieren. Sin embargo, los combustibles electrónicos (e-fuels) basados en hidrógeno, como el metanol y el amoníaco, están siendo considerados como alternativas para descarbonizar este sector. “El hidrógeno, debido a su baja densidad energética, es más adecuado para el transporte marítimo de corta distancia”, según asegura el documento ‘Accelerating the Hydrogen Mobility Revolution’. En este sentido, la empresa holandesa Samskip desarrollando la construcción de buques de corta distancia impulsados por hidrógeno, en colaboración con el astillero indio Cochin Shipyard Limited. Estos buques utilizarán celdas de combustible que requieren 3,2 MW de potencia, y están diseñados para operar en rutas entre Róterdam y Oslo. Aunque el metanol se considera una alternativa posible, la empresa ha optado por el hidrógeno debido a su menor impacto ambiental y su mayor disponibilidad. A nivel global, la naviera AP MollerMaersk está apostando por una flota de barcos de doble combustible, capaces de funcionar con metanol limpio y gas licuado. “Maersk considera que el metanol será el combustible más competitivo a corto plazo para la descarbonización del transporte marítimo, pero también está investigando el uso de hidrógeno y amoníaco para aplicaciones futuras”. Aviación El sector de la aviación es otro ámbito donde el hidrógeno está ganando protagonismo, aunque enfrenta desafíos importantes debido a su baja densidad energética, lo que implica que se requiere más espacio para almacenar hidrógeno que para los combustibles tradicionales. Esto limita su aplicación a rutas cortas o medias, a menos que se rediseñen por completo los aviones. ZeroAvia, con sede en Reino Unido y EE.UU., está desarrollando trenes de potencia eléctricos de hidrógeno para aeronaves. La empresa ha realizado pruebas en el Reino Unido con un prototipo de su motor ZA600 en un avión Dornier 228, y está trabajando en una versión para aviones de mayor tamaño con capacidad para hasta 80 pasajeros. En 2024, American Airlines firmó un acuerdo condicional para adquirir 100 motores de hidrógeno de ZeroAvia. Airbus, fabricante europeo de aeronaves, también ha identificado el hidrógeno como una tecnología clave para descarbonizar la aviación. La empresa está trabajando en un avión comercial de bajas emisiones alimentado por hidrógeno, con planes para que entre en servicio en 2035. Airbus ya ha probado un sistema de propulsión basado en hidrógeno para su avión conceptual eléctrico (el A380) y espera realizar pruebas de vuelo en 2026. TECNOLOGÍAS PARA EL TRANSPORTE CON H2 Las celdas de combustible en los vehículos eléctricos de hidrógeno generan electricidad a través de un proceso de electrólisis inversa. La pila de combustible consiste en un electrodo negativo (ánodo) y un positivo (cátodo) situados alrededor de un electrolito Se suministra hidrógeno al ánodo y oxígeno del aire al cátodo. Un catalizador divide los átomos de hidrógeno en protones y electrones en una pila de combustible de membrana electrolítica polimérica (PEM). Los electrones viajan a través de un circuito externo, creando un flujo de electricidad, mientras que los protones migran a través del electrolito hasta el cátodo, donde se combinan con el oxígeno y los electrones para producir agua y calor. Las pilas de combustible PEM se consideran las más adecuadas para su uso en automóviles, explica el documento. En el contexto de la movilidad pesada, las celdas de combustible también juegan un papel crucial. En Norteamérica, la empresa canadiense Ballard ha desarrollado un motor de celda de combustible de última generación con una capacidad escalable de 120 kW en el que hasta tres módulos pueden funcionar como un solo sistema con una potencia combinada de 360 kW. En la UE, Afir establece que, a partir de 2030, deben estar disponibles estaciones de repostaje de hidrógeno cada 200 kilómetros a lo largo de la red transeuropea de transporte
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