Durante el tercer trimestre del año el precio del Brent sufrió una caída del 17%, aunque logró una recuperación parcial debido al impacto del conflicto en Oriente Próximo. 23 TRANSICIÓN ENERGÉTICA servicio deben estar equipadas para adaptarse a diferentes tecnologías y opciones de energía, favoreciendo la transición para todos los usuarios de movilidad. En este punto, Repsol destaca por sus iniciativas para transformar sus estaciones de servicio en centros que puedan abastecer una variedad de energías, no solo los combustibles tradicionales. Luis Cabra, director general de Transición Energética de Repsol, subrayó que “la diversificación de las fuentes de energía y la implementación de tecnologías innovadoras serán fundamentales para garantizar una transición ordenada”. “A día de hoy Repsol dispone de más de 500 estaciones de servicio con combustibles 100% renovables disponibles para todos nosotros. Serán más de 600 estaciones a final de año y el objetivo es disponer de 1.500 puntos de suministro con combustible renovable en 2025”, apuntó Lidia Berenguer, directora de GLP de Repsol. Durante la jornada, también se discutió el potencial del hidrógeno como una de las alternativas viables para descarbonizar aquellos sectores denominados de difícil electrificación, como el transporte pesado. “El hidrógeno no es una solución inmediata, a pesar de que en los objetivos del PNIEC se plantean metas muy ambiciosas. No nos podemos equivocar. Si nos equivocamos, podríamos sustituir una energía esencial como el gas natural por otra que aún no existe plenamente, como es el hidrógeno. El hidrógeno existirá, sí, con tiempo, pero no mañana. Por lo tanto, no nos equivoquemos de estrategia”, advirtió el presidente de Repsol. Gonzalo Gortázar, por su parte, destacó la importancia de la financiación para la adaptación de la infraestructura energética durante la transición. “El sector financiero cumple un papel clave como canalizador de la inversión y la financiación que requiere el proceso de descarbonización de la industria”, explicó Gortázar. UN MERCADO ENERGÉTICO VOLÁTIL Y SUS IMPLICACIONES GLOBALES Esta sesión se desarrolló en un contexto de creciente tensión para los mercados energéticos occidentales, muy atentos a la evolución del conflicto en Oriente Próximo. Los precios de la energía en la eurozona habían mostrado signos de estabilización. Según datos de Eurostat, la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPCA) para los combustibles líquidos de transporte personal se ubicó en un 1,7% en julio de 2024. La estabilidad de los precios de la energía había contribuido significativamente a la contención de la inflación en la eurozona, lo que en junio llevó al Banco Central Europeo (BCE) a reducir los tipos de interés por primera vez desde que comenzaron las subidas post pandemia en julio de 2022. Esta medida reflejaba la percepción de un entorno más controlado en términos de precios, apoyado por la decisión de la OPEP y sus aliados de poner fin a las restricciones de producción, lo que proyectaba una eventual disminución en los precios del crudo. Sin embargo, las tensiones en Oriente Próximo, una región que aporta un tercio de la producción mundial de petróleo, han vuelto a alterar esta estabilidad. La amenaza de un posible ataque contra instalaciones petrolíferas en Irán, país que produce más de tres millones de barriles diarios, elevó el precio del barril de Brent en más de un uno por ciento. Aunque en los días siguientes los precios se estabilizaron en torno a una subida de un punto porcentual, la situación dejó en claro la fragilidad del mercado ante cualquier riesgo geopolítico.
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