11 DATOS DEL SECTOR En un sector tan heterogéneo como el químico, sus diferentes subsectores están proyectando un comportamiento muy dispar en el transcurso del año. Mientras que la química de consumo y especialidades (detergencia, cosmética, pinturas), junto a la química de la salud, están siendo las responsables directas de este crecimiento, la química básica (CNAE 201), que alberga las grandes plantas de producción y se encuentra al inicio de la cadena de valor, se muestra muy estacada a nivel productivo y todo su crecimiento se está apoyando en el efecto precios. El motivo de este comportamiento es el mismo que afecta al conjunto de la industria europea: el alto coste energético. La química básica es la que realiza la primera transformación de las materias primas, y para este proceso requiere un alto consumo de energía. En este sentido, la presidenta de Feique ha señalado dos factores de coste que tienen un profundo efecto negativo en Europa respecto a otras áreas geográficas: los altos precios del gas y la electricidad, y el coste de los derechos de emisión, que ha calificado de “inexistentes o ínfimos respecto a los pocos países que tienen establecido un régimen comparable”. “El problema es que son precisamente las producciones de química básica o de otros sectores industriales similares, los esenciales para mantener nuestra autonomía estratégica. Necesitamos, por tanto, precios energéticos más competitivos, y acelerar los procesos de descarbonización, que son los aspectos clave para el futuro de la economía productiva europea”, ha subrayado. EL SECTOR REQUIERE UNA INVERSIÓN ANUAL DE 3.000 MILLONES PARA ABORDAR SU DESCARBONZACIÓN La descarbonización completa del sector químico español, para antes de 2050, es una prioridad para esta industria, no solo para ser plenamente sostenible y alcanzar la neutralidad climática sino para continuar siendo competitiva en el nuevo escenario global. Para afrontar este proceso de descarbonización, el sector estima que requerirá invertir 75.000 millones € en el periodo 2025-2050, lo que supone una inversión anual de 3.000 millones €, de los cuales, según ha explicado la presidenta de Feique, 1.700 millones € se refieren estrictamente al Capex, otros 850 millones € corresponderían al coste de parada de las operaciones para abordar las modificaciones tecnológicas y 450 millones € que incluirían los costes de mantenimiento así como otros necesarios para adaptarse a las modificaciones regulatorias que afecten a las instalaciones. Tal y como ha apuntado Teresa Rasero: “En el sector químico debemos abatir 12,4 millones de toneladas de CO2, que es la cifra que consta en el último inventario de emisiones de Gases de Efecto Invernadero de 2022, y no será sencillo, porque el principal problema no está en la inversión necesaria para incorporar nuevas tecnologías, que por supuesto es importante, sino en que hoy, los costes de operación de estas tecnologías son superiores a las tecnologías fósiles que continuarán utilizando nuestros competidores internacionales”. UN FONDO DE DESCARBONIZACIÓN PARA APOYAR LA INVERSIÓN Y LA COMPETITIVIDAD En este contexto, Rasero ha señalado que, si bien el sector valora positiva-
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