67 RESIDUOS de biorresiduos de la industria agroalimentaria (principalmente frutas y verduras) y de origen urbano (Forsu) para la producción de biomateriales para la industria del packaging. Gracias al desarrollo de procesos biotecnológicos, basados en hidrólisis enzimáticas y en procesos de bioconversión, se han obtenido biomateriales con las mismas propiedades y calidad que los bioplásticos que hay actualmente en el mercado. Para ello, en este proyecto desarrollado íntegramente por Itene, se han desarrollado cócteles enzimáticos específicos para aplicar a cada tipo de residuo con el objetivo de maximizar la extracción de azúcares. Estos azúcares se han utilizado posteriormente para la biosíntesis de compuestos y bioplásticos de interés. En concreto, se ha logrado aislar cepas productoras de ácido láctico, celulosa bacteriana y PHA, mejorando los rendimientos de la producción mediante la optimización de las variables del proceso y minimizando los costes: • El ácido láctico es precursor del ácido poliláctico (PLA), un bioplástico con propiedades similares al PET con muchas aplicaciones en envases. • La celulosa bacteriana obtenida presenta mejoras de más del 98% en los valores de permeabilidad al aire, así como nuevas propiedades barrera a las grasas y al agua, con la que se han creado recubrimientos que han mejorado notablemente las propiedades del papel como material. La obtención de estos biomateriales a partir de residuos da solución a las dos principales problemáticas actuales: la gran cantidad de residuos orgánicos y la transición hacia bioplásticos compostables. Todos los proyectos comentados anteriormente suponen un avance en el desarrollo de nuevas tecnologías de valorización de biorresiduos mediante la demostración de la viabilidad técBiorreactor - Biowaste2Pack. Celulosa bacteriana - Biowaste2Pack. nica y la validación de los procesos desarrollados para la obtención de los distintos productos de alto valor añadido mediante distintas estrategias biotecnológicas. Además, permiten impulsar las nuevas cadenas de valor formadas entre los gestores de residuos, las empresas fabricantes y el usuario final, cerrándose así el círculo y promoviendo la industrialización del proceso productivo. La transición hacia un modelo de economía circular, tal y como se ha demostrado con los proyectos brevemente explicados, únicamente se puede alcanzar favoreciendo la colaboración e implicación de todos los actores de la cadena de valor, los cuales deben fomentar la investigación y la innovación a la vez que se facilita la transferencia de conocimiento y la posterior implantación de nuevas tecnologías. Desde Itene Centro Tecnológico se contribuye al desarrollo y a la implantación de nuevas tecnologías de valorización aportando soluciones competitivas completamente alineadas a los problemas generados y adaptadas para cada caso. n
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