Q105 - Tecnología y equipamiento para la industria química

63 INSTRUMENTACIÓN pueden ser causa de envejecimiento y desgaste de los componentes de los dispositivos de medición y perjudicar su correcto funcionamiento. En estos casos, las empresas han tendido a sustituir prematuramente el dispositivo o sistema afectado como la solución más sencilla. Con la sostenibilidad como prioridad, y en tiempos de recursos escasos y abastecimiento, se presta cada vez más interés a las opciones de reparación. En el caso de los productos de alta gama con tecnología compleja, como los controladores de presión o los baños de temperatura, los usuarios no suelen tener otra alternativa que recurrir a los servicios de un proveedor externo con conocimientos especializados. Los servicios ofrecidos por fabricantes como Wika, que también abarcan instrumentos de terceros y están disponibles a través de una red de servicio mundial, se basan en una mezcla de experiencia en la producción y en la aplicación. Antes de sustituir una pieza defectuosa, por ejemplo una electroválvula, los técnicos de Wika comprueban si es necesario cambiar toda la pieza o sólo uno de sus componentes. Este proceso suele incluir un análisis de la causa principal para que, en caso de ser necesario, el usuario pueda tomar medidas para evitar que vuelva a producirse el mismo daño. Los sistemas de separadores de membrana son un buen ejemplo de reparaciones rentables y fiables. En el pasado, tanto el separador como el instrumento de medición soldado a él solían desecharse por completo en cuanto el separador sufría daños irreparables debido a cargas mecánicas prolongadas, sustancias agresivas o condiciones ambientales adversas. Sin embargo, la práctica demuestra que al menos el 95% de los aparatos de medición permanecen intactos a pesar de dichos daños. Por tanto, si un dispositivo está equipado con un transmisor de proceso o de otro tipo, tiene sentido que un servicio técnico especializado se encargue de la reparación del sistema y sólo sustituya o, si es posible, repare el separador de membrana. De este modo, la vida útil del instrumento puede prolongarse al máximo. Los servicios individuales siguen siendo la mejor alternativa cuando se trata de calibrar, reparar o mantener instrumentos de medición. Sin embargo, cada vez son más las empresas que optan por un paquete completo de servicios mediante un contrato general que incluye toda la flota de sus instrumentos. Esto les ahorra el esfuerzo y el gasto de tener que adquirir o contratar los conocimientos esenciales o, en algunos casos, incluso crear un departamento. Existen varios tipos de contratos de este tipo. Uno de ellos se basa en los ciclos de mantenimiento de las plantas. El proveedor de servicios determina en primer lugar el estado real de los instrumentos de medición en los procesos in situ del cliente, así como qué servicios concretos son necesarios. El alcance del servicio resultante se especifica en el contrato. El plan de servicio sigue sistemáticamente el ciclo de mantenimiento: los aparatos se desmontan, se calibran y se reparan o sustituyen si es necesario. Después, se vuelven a instalar y se ponen de nuevo en marcha. Otro método alternativo consiste en que el proveedor de servicios y el cliente se reúnen por adelantado para hablar sobre la naturaleza de las necesidades y el paquete de servicios más adecuado para satisfacerlas. El contrato se firma posteriormente y en él se definen con precisión las actividades a realizar durante un periodo de tiempo determinado. Este alcance puede ampliarse durante la vigencia del acuerdo o tras su renovación. Ejemplo: Wika tiene la misión de “mantener la calidad de las mediciones" de todos los presostatos de un cliente durante un periodo de tres años. La tarifa de servicio cubre todas las calibraciones necesarias, así como las reparaciones y asignaciones de emergencia. También se incluyen los análisis técnicos para determinar la causa de la avería. El acuerdo incluye además la adquisición puntual por parte de Wika de todas las piezas de repuesto críticas, de modo que se previenen los tiempos de inactividad de los equipos por problemas de suministro. Los servicios de instrumentación también pueden subcontratarse mediante un proveedor de servicios externo que se convierta en ”personal” interno in situ. Una empresa farmacéutica ha acordado una solución de este tipo a Wika. Un experto en calibración del fabricante de tecnología de medición se encarga de la gestión de los equipos de prueba en la planta del cliente. El experto de Wika optimiza los flujos de trabajo, se comunica con otros proveedores de servicios y se asegura de que todo esté debidamente documentado. El contrato ha permitido al fabricante farmacéutico reorganizar y agilizar la gestión de sus equipos de prueba sin perder un tiempo valioso y sin necesidad de recurrir a sus propios recursos humanos. Conclusión: Los servicios de calibración suministrados externamente son una solución cada vez más apreciada en el ámbito de la instrumentación de procesos. Cubren todas las fases del ciclo de vida de un dispositivo o sistema, desde la instalación hasta la sustitución, pasando por la calibración y la reparación. Recurriendo a proveedores de servicios de calibración, las empresas pueden prolongar al máximo la vida útil de sus instrumentos de monitorización y control. Los compromisos de sostenibilidad, la inminente escasez de suministros y la escasez de recursos materiales y humanos en muchos lugares están provocando una creciente demanda de servicios. En este contexto, cada vez más empresas optan por un contrato global como alternativa a los servicios individuales. n

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