Q104 - Tecnología y equipamento para la industria química

ENERGÍA 35 ¿Qué objetivos se ha marcado para su mandato? Creo que debemos seguir en la línea de lo que hemos hecho hasta ahora: hay que seguir mejorando la competitividad de nuestros socios, y ayudarles a tener más visibilidad y notoriedad mediante la dinamización de eventos e impulsando la innovación colaborativa a través de nuevos proyectos. ¿Qué áreas operativas deben ganar más peso en los próximos años? Como prioridad tenemos el impulso a los proyectos, donde creo que lo hemos hecho muy bien hasta ahora, pero hay que seguir incrementando su número. También habrá que seguir impulsando el apartado formativo, ya que cada vez somos más socios; el ámbito energético es muy amplio, y debemos seguir sacando adelante formaciones en colaboración con universidades y centros formativos de renombre para satisfacer todas las necesidades que detectamos conjuntamente. Por otro lado, y como objetivo en un futuro próximo, también es necesario que tengamos un papel importante para ayudar a nuestros asociados a desarrollar nuevos modelos de negocio y encontrar nuevas oportunidades en el mercado. Y todo ello con la necesidad de culminar la transición energética. Sí, el objetivo principal debe ser el de descarbonizar la energía. Tenemos un gran reto como sociedad que es el cambio climático, y el cambio climático es causado por el incremento de CO2. En este sentido, el 80% de estas emisiones tienen un origen energético. Por lo tanto, hace tiempo que sabemos que tenemos que ir hacia aquí y que tenemos que descarbonizar. Eso tanto las empresas como los gobiernos lo tenían muy interiorizado y estaban empezando a hacer los deberes, definiendo sus propias hojas de ruta, pero la crisis energética ha sido un fuerte trasiego. ¿Cómo valora el CEEC el impacto de la guerra en Ucrania a nivel energético? Antes del estallido de la guerra estábamos empezando a definir visiones estratégicas a largo plazo. En cambio, ahora la prioridad es minimizar el impacto de los desmesurados incrementos de los precios de la energía con acciones de retorno inmediato. Sin embargo, el aumento de los precios, derivados del conflicto, está haciendo que aquellas empresas que aún no habían definido una estrategia a la larga lo paguen con creces, ya que no dispondrán de una hoja de ruta que les haga priorizar las acciones a realizar. La taxonomía verde de la UE mantiene el gas natural y las nucleares como energías verdes. ¿Este cortoplacismo no nos hace dar pasos hacia atrás? Lo que se dice es que son una fuente de energía necesaria para hacer la transición, que las podemos seguir utilizando y que son menos contaminantes que otras fuentes como el carbón. No son las ideales pero son, en el contexto geopolítico actual, indispensables de cara a la transición. Estamos en medio de una transición hacia las renovables, hacia la electrificación, pero todavía hay otras zonas del mundo donde están haciendo la transición del carbón hacia el gas. ¿Qué opina de que España sea uno de los países que mejor está aguantando la escalada de precios de la energía? Durante muchos años España era una isla energética. La falta de infraestructura hizo que tuviéramos que crearlas, con diferentes plantas de generación, las cuales no eran imprescindibles. De hecho, hasta hace muy poco teníamos algunas plantas de ciclo combinado paradas. Ahora, sin embargo, debido a dicha infraestructura, somos bastante autosuficientes en generación eléctrica y contamos con importantes estaciones de regasificación del gas licuado. Por lo tanto, podríamos decir que de la necesidad, hemos hecho una virtud. ¿Cómo valora la intervención estatal y el establecimiento de un tope al precio del gas? El hecho de intervenir y poner un tope el precio del gas ha tenido beneficios en la industria. Sin embargo, este tope ha intervenido sobre el precio eléctrico. Y esto viene de cómo construimos el precio eléctrico: todavía tenemos un mercado marginalista donde hay que hacer una casación diaria y en función de la oferta y la demanda se fija el precio. Si lo miramos desde el punto de vista del usuario final ha sido una mejora, aunque para aquellos que la generan los puede haber penalizado económicamente. ¿Se conseguirá reducir la dependencia energética en los próximos años? Si analizamos los últimos años, parece bastante improbable. Dependerá de la estrategia de país, de los objetivos y de una hoja de ruta a medio plazo para ir revisando si vamos en el buen camino. Hay que ponernos objetivos asumibles, definir un objetivo final, y sobre todo ponernos “Tenemos que ponernos objetivos asumibles, definir un objetivo final y, sobre todo, ponernos metas más allá de 2030 y 2050 con el fin de alcanzar los objetivos climáticos”

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx