Q104 - Tecnología y equipamento para la industria química

ENERGÍA Entre los procesos de producción de hidrógeno que pueden certificarse figuran la electrólisis con electricidad procedente de fuentes renovables, el reformado por vapor de biogás (biometano) y la pirólisis o gasificación de biomasa sostenible. Para que la auditoría tenga éxito, el producto de hidrógeno “verde” debe tener un potencial de reducción de gases de efecto invernadero de al menos el 70 % en relación con el comparador de biocombustibles definido en la RED II. En este caso, el umbral de emisiones es 28,2 gCO2eq/MJH2. A diferencia del esquema CertifHy, la certificación CMS 70 en hidrógeno “verde” también tiene en cuenta las emisiones producidas durante el transporte y la distribución en su evaluación del potencial de reducción de gases de efecto invernadero. El enfoque de balance de masas* permite la coproducción y el transporte de hidrógeno sostenible y no sostenible sin riesgo de doble contabilidad. ESTUDIO DE CASO: ELECTROLIZADOR PEM El operador de una planta de hidrógeno encargó a TÜV SÜD la certificación conforme a su norma de hidrógeno “verde”. La planta producía hidrógeno empleando electrólisis de membrana de intercambio de protones (PEM). Las pilas están diseñadas para uso industrial a gran escala y tienen una capacidad de hasta 6 MW. Funcionan con electricidad de energía hidráulica y eólica. Los compresores posteriores comprimen el hidrógeno a dos niveles de presión diferentes: primero a 8 MPa, para su almacenamiento y posterior alimentación a la red de gas natural, y después a 22,5 MPa, para el llenado de hidrógeno en tubos de remolque. Además de examinar los niveles de presión requeridos y la pureza del hidrógeno, los expertos en certificación de hidrógeno analizaron las emisiones desde la producción hasta el procesamiento y el transporte al consumidor final. La cantidad total de emisiones fue 15 gCO2eq/MJH2, por lo que quedaban por debajo del umbral máximo requerido de 28,2 gCO2eq/MJH2. Así pues, el operador de las instalaciones de electrólisis pudo demostrar una reducción del 82 % en sus emisiones en comparación con el hidrógeno convencional. Los titulares del certificado (un proveedor de hidrógeno y una empresa de servicios públicos) entregan el hidrógeno a estaciones de servicio y lo usan para sustituir al gas natural en la red de calefacción. CONCLUSIÓN Y PERSPECTIVA Al optar por sistemas voluntarios de certificación, las empresas no solo documentan su compromiso con un suministro energético sostenible y preparado para el futuro, sino que también reducen sus emisiones desde la fase de producción hasta la distribución. Al mismo tiempo, dan a conocer sus procesos y pueden recurrir a su contabilidad certificada de emisiones de carbono para adquirir una valiosa experiencia sobre cómo gestionar las posibles fuentes de emisión y las medidas de ahorro. Estas empresas ya se han posicionado en el mercado y están perfectamente preparadas para la introducción de criterios y requisitos normalizados a escala de la UE.  33

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