25 ESPEC I AL 1 00 una de ellas. Por eso la AEQT forma parte activa e impulsora de la Vall de l’Hidrogen de Catalunya, un proyecto transformador no sólo de la industria, sino de todo el territorio, que apuesta por Catalunya en general, y Tarragona en particular, como emplazamiento idóneo para convertirse en el principal hub de hidrógeno del Mediterráneo. Pero deben considerarse las demás alternativas también para encarar un proceso de transición energética realista. En este sentido, debe considerarse el uso del hidrógeno bajo en carbono vía circuitos de captura y almacenamiento de CO2 (conocido como CCUS), así como también los combustibles renovables, los combustibles sintéticos, e-fueles o biogás. Cuando hablamos de circularidad, de economía circular, debemos entenderla en sentido amplio, no sólo centrada en la circularidad demateriales. También a nivel energético, considerando fuentes como los e-fueles o el biogás. No puede desvincularse la economía circular de la transición energética. Son un “pack”. Tampoco olvidamos otro pilar de la descarbonización, que pasa por mejorar nuestra eficiencia energética a partir de la digitalización y la electrificación procedente de renovables. Y ahí tenemos por supuesto responsabilidad las empresas, en cuanto a impulsar la digitalización y mejorar la eficiencia, pero también la Administración, potenciando la generación de renovables para que éstas estén disponibles en las magnitudes que se van a necesitar. En materia de economía circular, cabe destacar también que nuestro polo es una referencia mundial, en especial gracias a su proyecto de agua regenerada. Desde 2012, la industria química de Tarragona reutiliza aguas residuales urbanas, que se tratan en una planta de regeneración, para uso industrial. En 2021, el porcentaje de agua reutilizada por el sector fue ya del 18%. La idea es seguir ampliando la capacidad de esa planta para alcanzar el 25% en dos años. Pero la idea es ir más allá: el sector planea construir una nueva planta de regeneración, para tratar también sus propias aguas residuales. De manera que pasaría a reutilizar no sólo aguas residuales urbanas, como ya hace desde 2012, sino también aguas residuales industriales. Eso le permitiría llegar a un 40% de agua regenerada, respecto al total consumido, lo cual por un lado reduciría casi a cero el vertido a mar, y por otro lado reduciría también la demanda de agua del sector de otras fuentes, liberando ese caudal para otros usos que el territorio pueda necesitar. 4. EL SECTOR ANTE LA COVID-19 Un papel esencial. La industria, y las personas que la forman, han hecho un sobreesfuerzo y han demostrado su capacidad de adaptación y flexibilidad para dar respuesta a lo que la sociedad necesitaba enmomentos tan difíciles. Gracias a ello, se han mantenido suministros imprescindibles como los gases medicinales, materiales para EPIs o desinfectantes que han ayudado a salvar vidas. También se han conseguido mantener, gracias a la química de Tarragona, otras cadenas de suministro esenciales, como la alimentaria o el sector del transporte. El sector también ha sido esencial desde el punto de vista económico: se ha vuelto a demostrar que la industria en general, y la Química en particular, resisten mejor y se recuperan más rápido de las crisis, y eso aporta solidez y resiliencia a las economías en las que está fuertemente presente, como es el caso de la de Tarragona. 5. RETOS Los retos a los que nos enfrentamos son múltiples y los tenemos muy identificados. En primer lugar, las limitaciones existentes en la actualidad a las opciones de reciclaje, como consecuencia de una visión parcial de la circularidad, que como hemos comentado debería entenderse en su sentido más amplio. Deben considerarse alternativas como el reciclaje químico, y también debe considerarse la posible captura y almacenamiento de CO2 para su posterior uso como materia prima. En materia energética, el actual coste es un auténtico reto a nuestra compe-
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