SOSTENIBILIDAD 18 Lo cierto es que, cada día, se anuncian nuevas alianzas, nuevos acuerdos de colaboración y proyectos multisectoriales; y no es de extrañar, ya que rediseñar un sector compuesto por miles de productos y de empresas es inconcebible sin la implicación de todas las partes. ¿Qué tipos de inversiones en innovación y nuevas tecnologías consideran más prioritarias para avanzar hacia prácticas más circulares? Lógicamente, la transición del ecosistema de los plásticos en Europa requerirá inversiones considerables a corto, medio y largo plazo por parte de los distintos actores públicos y privados. En este sentido, la consultora Deloitte con la que colaboramos en el desarrollo de “The Plastics Transition”, estima que las inversiones adicionales acumuladas y los costes operativos para producir plásticos circulares y con cero emisiones netas en 2050, serán de 235 000 millones de euros. En términos de tecnologías, como explicaba anteriormente, el desarrollo y escalado de las tecnologías de reciclaje químico, es un elemento prioritario para aumentar nuestra circularidad. También es necesario seguir invirtiendo para renovar e incrementar las infraestructuras de recogida y gestión de residuos plásticos para aprovechar mejor cada vez este tipo de recursos. En este sentido, el desarrollo de nuevos sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP) y otros instrumentos resultan claves para aumentar y garantizar la financiación a largo plazo de las infraestructuras de recogida, clasificación y reciclado con el objetivo de aumentar la cantidad y calidad de los residuos plásticos recogidos. También serán necesarias importantes inversiones en tecnologías que permitan producir plásticos a través de otras materias primas, como la captura y uso de carbono (CCU por sus siglas en inglés). A día de hoy, estos procesos, si bien ya se han probado, son incipientes. Sin embargo, nuestra hoja de ruta sí que estima que, a partir de 2040, la producción de plásticos a partir de CCU será una realidad a mayor escala y ofrecerá otra vía para disponer de plásticos circulares. Finalmente, es importante seguir innovando en ámbitos tan cruciales como el desarrollo de modelos de negocio basados en la reutilización y en la reparabilidad, modelos que alarguen la vida útil de los productos y reduzcan sensiblemente el uso de recursos y la generación de residuos. ¿Cuáles son las tecnologías del reciclado que consideran más prometedoras para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas? The Plastics Transition' prevé que, en 2050, el 65% de los plásticos que se usen sean circulares, es decir que no provengan de recursos fósiles. Como he explicado más arriba, las tecnologías de reciclado químico se presentan como tecnologías prometedoras para ampliar significativamente la disponibilidad de plásticos no fósiles y así descarbonizar el sistema. El reciclado químico representa una gran oportunidad ya que permite producir plásticos con las mismas características que los plásticos vírgenes, ofrece una solución para aprovechar residuos plásticos más difíciles de reciclar. Hace dos años, junto con Feique y Aimplas, presentamos un estudio sobre el reciclado químico en España que resalta la efectividad de estas tecnologías como complemento al reciclado mecánico para alcanzar las ambiciones de nuestro país y de la UE en materia de circularidad y neutralidad climática. En realidad, el reciclado químico es un conjunto de diversas tecnologías como, por ejemplo, la pirolisis o la gasificación, entre otras. Cada una de estas tecnologías es más adecuada según el tipo de residuos plásticos que se quiera reciclar. Sí que me gustaría destacar que todos los procesos de reciclado, ya sean mecánicos o químicos, son necesarios y complementarios para avanzar hacia las cero emisiones netas, ya que la circularidad es, a corto plazo, la palanca más eficaz para descarbonizar nuestro sector. ¿Qué estrategias específicas proponen para eliminar el vertido y la incineración de residuos plásticos reciclables? En conjunto, nuestra hoja de ruta prevé que el sector alcance un 65% de circularidad y reduzca las emisiones anuales totales de GEI en 129 Mt (55%) para 2050, en comparación con el volumen de referencia. Para alcanzar estas metas es necesario eliminar, tanto el vertedero (importante barrera a la circularidad) como la incineración (que conlleva emisiones). El cambio hacia materias primas más circulares minimizará las emisiones de GEI desplazando los plásticos de origen fósil y aumentando al mismo tiempo el carbono biogénico procedente de la biomasa, así como el CCU. También podremos conseguir importantes ahorros de emisiones cuando podamos desviar los residuos plásticos de la incineración hacia opciones de tratamiento que los conviertan en nuevos recursos. En “The Plastics Transition”, se proponen una serie de medidas para evitar el vertido y la incineración de residuos plásticos: • Asociarse con organizaciones de gestión de residuos para garantizar materias primas circulares y gestionar los riesgos de inversión.
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