MATERIALES Y MEDIOAMBIENTE 30 "Por qué y cómo cambiar ya a plásticos más sostenibles" TONY HARRISON, DIRECTOR SENIOR DE SERVICIO TÉCNICO GLOBAL Y DESARROLLO DE APLICACIONES DE ALBIS La elección del material es uno de los factores clave en el camino hacia un futuro más sostenible. Las marcas líderes y los transformadores buscan cada vez más alternativas a los plásticos vírgenes tradicionales de origen fósil, mientras que los responsables políticos introducen legislación y los consumidores exigen una mayor neutralidad de CO2. Hace tiempo que existen en el mercado soluciones sostenibles para los polímeros estándar. Sin embargo, la gama de alternativas plásticas sostenibles para aplicaciones de ingeniería se ha acelerado rápidamente, y con ella las oportunidades para que los transformadores de plásticos utilicen cada vez más los últimos productos del mercado. ¿Qué distingue a los plásticos sostenibles de sus homólogos vírgenes de origen fósil? Se trata de reducir la huella de CO2. Normalmente, para fabricar los plásticos vírgenes tradicionales se extrae y procesa petróleo y gas, lo que supone un coste para el medio ambiente. Los plásticos sostenibles nos alejan de nuestra dependencia de los recursos fósiles. Hay tres categorías principales de soluciones sostenibles: plásticos reciclados mecánicamente, plásticos vírgenes basados en recursos renovables y plásticos reciclados químicamente. En el caso de los recursos renovables, se utiliza toda una gama de materias primas alternativas, desde biomasa, aceite de cocina usado y residuos orgánicos agrícolas. También se han producido grandes avances en la forma de reciclar los plásticos, tanto mecánica como químicamente. ¿Cómo contribuyen exactamente estas soluciones plásticas alternativas a que las aplicaciones sean más “verdes”? En primer lugar, seamos claros: los plásticos vírgenes tradicionales tienen un impacto medioambiental mucho menor que la mayoría de los demás materiales, ya que requieren mucha menos energía y agua para su extracción, producción y transformación. Pero eso es sólo el principio. En servicio, los plásticos siguen aportando beneficios de CO2 gracias a sus propiedades únicas, como su peso ligero, bajas temperaturas de transformación, libertad de diseño y propiedades de barrera. Los plásticos producidos de forma sostenible van un paso más allá y reducen aún más la huella de carbono, en algunos casos hasta en un 100%.
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