RECICLAJE 56 De todos modos, es poco probable que la necesidad de producir plásticos desaparezca a corto plazo. Los plásticos desempeñan un papel relevante en la conservación de los alimentos o en la protección de los productos médicos, por ejemplo. Nuestra sociedad los sigue necesitando para mantener e incrementar los niveles de vida sana, moderna y segura. Todo ello, desafía a los responsables de la toma de decisiones a aplicar soluciones realistas y eficaces para reducir este tipo de residuos. LOS GOBIERNOS DEBEN PASAR A LA ACCIÓN En todo el mundo, las agencias gubernamentales trabajan para reducir los desechos plásticos. Estas medidas pueden tomar la forma de restricciones o prohibiciones de plásticos de un solo uso, como las bolsas en las tiendas de alimentación. Sin ir más lejos, el pasado 1 de enero, en España entró en vigor la Ley de Residuos y Suelos contaminados, que determina la obligatoriedad de pagar impuestos por los envases de plástico no reciclables, entre otras medidas. Sin embargo, la legislación por sí sola no resolverá el problema. La sociedad también necesita un enfoque holístico para lograr un mayor reciclado de plásticos, y eso significa adoptar toda una serie de tecnologías. NUEVA TECNOLOGÍA PARA DESAFÍOS COMPLEJOS En la actualidad, las tecnologías de reciclado mecánico procesan la mayor parte del plástico que se desvía del flujo de residuos. En este proceso, el plástico se transforma en pellets que se utilizan para crear nuevos productos, mediante un método está muy extendido por su accesibilidad, eficiencia energética y rentabilidad. Asimismo, los nuevos avances han ampliado la gama de plásticos que pueden reciclarse mecánicamente más allá del tereftalato de polietileno (PET) para incluir materiales más difíciles, como los envases flexibles. Sin embargo, el reciclado mecánico tiene sus limitaciones. Las propiedades físicas del material se degradan en el proceso, los plásticos reciclados mediante estos métodos son adecuados para menos aplicaciones y, a menudo, se “degradan” para ser utilizados en la fabricación de bancos para parques o ciertos tejidos para prendas de vestir. Asimismo, algunos plásticos son difíciles de procesar mediante este reciclado, como algunas películas, materiales mixtos y plásticos de colores. Al mismo tiempo, la normativa restringe el contenido de plástico reciclado que puede utilizarse para determinadas aplicaciones, como los envases en contacto con alimentos, que pueden requerir una mayor esterilización o descontaminación antes de poder ser utilizados. Por contra, el reciclado químico descompone los plásticos a nivel molecular. Los aceites de pirólisis que se producen se envían a craqueadores de vapor y desplazan a los flujos de alimentación basados en combustibles fósiles. Los craqueadores de vapor producen los monómeros que posteriormente se polimerizan para crear nuevos plásticos que sustituyen a las fuentes de plástico basadas en combustibles fósiles. Según la Universidad Hacia la circularidad de los plásticos De todo el plástico fabricado entre 1950 y 2017, siete mil millones de toneladas se han convertido en residuos, una cantidad que sigue creciendo. Hoy en día, el mundo produce el doble de plástico que hace dos décadas, y ocho millones de toneladas al año terminan en los océanos. Para 2050, podría haber más plástico en el mar que peces, según la organización WWF. Kevin Quast, Global Business Lead | Honeywell Plastics Circularity Business
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