15 SCIENTIFIC INJECTION MOLDING EL COEFICIENTE DE FRICCIÓN Para un correcto funcionamiento de la dosificación, uno de los factores clave es el coeficiente de fricción del material contra el husillo y contra la cámara o cilindro de inyección. Este coeficiente de fricción debe ser siempre mayor contra la cámara o cilindro. Es decir, el material debe tener más “agarre” contra la cámara o cilindro que contra el husillo, de lo contrario no avanzará de modo constante. Aquí tenemos la ventaja de que la superficie de contacto del material contra la cámara es mayor que contra el husillo con lo que una leve diferencia de “agarre” contra la cámara será suficiente para que el material avance, aunque cuanto mayor sea el diferencial del coeficiente de fricción entre el material y la cámara y el material y el husillo mayor será la capacidad de arrastre de material del husillo. De lo contrario el material no avanza, se funde y se homogeneiza correctamente, sino que simplemente el material gira acompañando el giro del husillo. Esta diferencia de coeficientes de fricción se consigue a través de calentar la zona de la traversa. Esta zona normalmente no tiene calefacción pero es calentada por la conducción térmica de la zona del cilindro más cercana a la tolva combinada con la refrigeración instalada normalmente con agua de esta zona. LA TEMPERATURA La temperatura de la zona de la traversa o garganta determinará el coeficiente de fricción del material contra la cámara y afectará a la capacidad y la calidad de la dosificación. Esta temperatura se consigue a través de la aportación de calor de la primera zona de la unidad de inyección y la compensación térmica del sistema de refrigeración con agua de la propia zona de la traversa. Si esta zona está muy refrigerada, perderemos parte de la aportación de calor de las resistencias de la primera zona y quizá no alcancemos la temperatura deseada. La traversa no debe estar refrigerada en exceso ya que perderemos coeficiente de fricción y la dosificación puede volverse inestable y deficiente. La temperatura de esta zona no puede ser demasiado elevada. Al límite de que se produzca la fusión o reblandecimiento del polímero en esta zona, especialmente ante un paro de máquina. Una referencia práctica sobre el máximo de temperatura a alcanzar en esta zona sería la temperatura recomendada de deshumidificado del material ya que sabemos que a esa temperatura el material no fundirá ni se apelmazará. Tampoco es recomendable temperaturas muy bajas ya que como explicado, perdemos coeficiente de fricción con la cámara lo cual perjudica a la dosificación estable, etc., pero además una temperatura demasiado baja puede llegar a crear condensación del aire en la zona de la traversa provocando que el material absorba humedad, sobre todo en materiales sensibles a la misma. Hay que considerar la traversa como una extensión de la cámara de inyección. En esta zona hay que empezar a calentar el polímero para preparar la dosificación, no enfriarlo. Hay que tener en cuenta también que si el material procesado proviene de un
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