PU252 - Plásticos Universales
RECICLAJE 32 aplicable al producto, referida prin- cipalmente a su desempeño mecánico, así como el cumplimiento de la legis- lación del sector. Por ejemplo, en productos en donde se vaya a emplear un material plástico reciclado en la fabricación de un envase para contacto alimentario, se deberá primero separar bien los flujos adecuados para este fin y aplicar distintos procesos de lavado y descontaminación, junto a un posterior análisis para certificar su seguridad. O en caso de que los materiales vayan a emplearse en una aplicación de mayor valor añadido, como en el sector de la automoción, además de la correcta selección del flujo y su tratamiento, puede que sea necesario una modifica- ción del material mediante la adición de ciertos aditivos que garanticen que el producto acabado cumpla con el desempeño exigido. También se debe asegurar que en el producto final no existan sustancias heredadas procedentes del material reciclado (halógenos, metales pesados, etc.), que eran de uso común hace algunos años como parte de algunos sistemas de aditivación, pero cuyo uso está restrin- gido actualmente por legislaciones más recientes debido a su alto riesgo. DESCONTAMINACIÓN Y REDUCCIÓN DE OLORES Durante el reprocesado y la respectiva mejora de propiedades mecánicas y reológicas, puede también realizarse un proceso de descontaminación y eliminación de olores para mejorar la percepción del producto f inal, principalmente cuando se trata de materiales post-consumo. En el caso de la descontaminación se puede rea- lizar de dos maneras: eliminación de sustancias volátiles y eliminación de contaminantes infusibles. El proceso de devolatilización emplea agentes de lavado como agua, dióxido de car- bono, o surfactantes especializados, que extraen las sustancias volátiles causantes de los malos olores en los plásticos reciclados. Mientras que el proceso de eliminación de sólidos e infundidos, emplea sistemas de filtrado del material fundido. Ambos procesos se realizan en continuo, en extrusoras tanto mono-husillo como doble-husillo. UPCYCLING EN AIMPLAS El proceso de Upcycling de un material plástico reciclado con previsiblemente bajas prestaciones, comienza con la predicción y evaluación de las propie- dades que se verán afectadas en el material reciclado tras su procesado y que afectarán su desempeño (resisten- cia al impacto, color, olor, fluidez, etc.). Este análisis se hace principalmente a partir del conocimiento de los mate- riales plásticos y sus mecanismos de degradación, así como mediante el análisis cualitativo y cuantitativo de muestras de control. En caso de no realizar este análisis inicial, el proceso de Upcycling puede que no sea efec- tivo, acarreando gastos innecesarios de aditivos, tiempo y energía. En fun- ción de las propiedades que se han detectado como más afectadas y que son críticas a la hora de obtener un producto de alta calidad, se realiza la selección del sistema de aditivación adecuado para contrarrestar los efec- tos de la degradación causantes del bajo desempeño mencionado. Para determinar la combinación y contenido óptimo de cada aditivo, es recomen- dable realizar un estudio a baja escala, por ejemplo en un mezclador interno de laboratorio, que permite observar el efecto en el torque, y por consiguiente en la viscosidad, de los aditivos emplea- dos. Posteriormente, la formulación óptima puede ser escalada a sistema de mezclado en continuo para obtener el producto reciclado mejorado, seguido por una comprobación de que se han alcanzado todos los requisitos exigidos Fig. 3. Estudio de aditivación en mezclador interno. El proceso de Upcycling durante el reciclado mecánico contempla tanto la restauración de propiedades mecánicas como propiedades reológicas, reducción de olores y mejora del aspecto visual
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