PU249 - Plásticos Universales
15 SCIENTIFIC INJECTION MOLDING medida que nos aproximamos a la Tg. Una vez alcanzada esta temperatura de transición, la pérdida de propie- dades mecánicas es muy rápida. Podemos decir que tras esa pérdida de propiedades el material amorfo no puede utilizarse en aplicaciones por encima de su Tg. Tg y Tm en los materiales semicris- talinos. Los materiales semicristalinos debido a su diferente estructura tie- nen un comportamiento diferente al calentarse. Igual que los materiales amorfos, las materias semicristalinas tienen una Tg, pero como puede observarse en la fig. 1, en la gráfica de color rojo, al pasar a temperaturas por encima de la Tg, hay efectivamente una pérdida de propiedades: la parte amorfa del material pierde sus propiedades mecá- nicas, pero la parte semicristalina de la estructura mantiene las propiedades mecánicas en un alto nivel (aquí va a influir el nivel de cristalinidad del plástico en cuestión y el nivel de cris- talinidad obtenido durante el proceso de fabricación). No obstante, cuando seguimos calentando el material por encima de la Tg, alcanzamos otra tem- peratura importante en los materiales semicristalinos: la temperatura de fusión Tm, en la fig. 1 CST. Este valor de Tg, siendo esta una temperatura muy importante de cambio de fase de los plásticos, no suele ser aportado por los fabricantes de plástico, salvo petición expresa. No aparece en los 'data sheets' estándar, una pena. Sin embargo, sí nos ofrecen normalmente otros datos del compor- tamiento térmico de los plásticos que nos ayudan valorar cadamaterial. Estos datos que indican las características o comportamiento térmico de un plástico aparecen en el ´data sheet' como por ejemplo, la temperatura HDT, cargas diferentes, 0,45 Mpa y 1,8 Mpa normalmente y la temperatura VICAT a dos cargas diferentes también 10 Nw y 50 Nw. Estas temperaturas nos acercan a determinar a la zona de pérdida de propiedades del material, es decir, la Tg en los materiales amorfos y la Tm en los materiales semicristalinos. Ver gráfica de la fig. 1 de comportamiento del material a diferentes temperaturas. La Tg y el tiempo de enfriamiento. Para desmoldear una pieza de plástico inyectada, una vez que la cavidad ha sido llenada con material fundido, el material debe solidificarse y enfriarse hasta un punto en el que el mate- rial pueda soportar los esfuerzos de la expulsión del molde sin que se generen daños o deformaciones permanentes en las piezas. Plásticos amorfos. Como puede verse en la fig. 1, al calentar un material amorfo, el módulo del material declina. Va perdiendo propiedades mecánicas o módulo y finalmente la pérdida es sustancial cuando lo calentamos a temperaturas por encima de la Tg. Al continuar calentando pasamos a un estado donde el plástico puede ser procesado. Inicialmente podría ser termoconformado y más adelante, inyectado o extrusionado. Haciendo el camino inverso, al enfriar el material desde el estado fundido, el módulo se recupera de modo inverso. Al enfriar el material desde su estado fundido, partimos de un módulo bajo y al enfriar el material y pasar a tem- peraturas por debajo de la Tg durante este enfriamiento, la recuperación del módulo y de las propiedades mecá- nicas es rápida también. Cuando el plástico amorfo se calienta, al pasar de la Tg, cae su módulo en aproximadamente un 90%, pero al enfriar pasa al contrario: al pasar por la Tg, el módulo se recupera de manera rápida. Pero de entrada, solo en las capas más cercanas a la cavidad del molde debido a la baja transmisión térmica de los plásticos, por ello la temperatura tarda más en caer en el núcleo de la sección de la pieza. Fig. 2. Gráfica PVT amorfo y semicristalino. "Podemos decir en consecuencia que cuanto más alta sea la presión aplicada posible sobre el material antes podremos desmoldear la pieza y mejor será nuestro ciclo"
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx