Tras los últimos años marcados por circunstancias excepcionales, el sector afronta un nuevo ejercicio en el que muchas de las trabas que han marcado este período continúan sin estar resueltas. Manteníamos, no obstante, una visión optimista en la certeza de que nos encontrábamos en línea de mejora cuando ha llegado el conflicto en Ucrania. Los productos del sector dependen de la evolución de los sectores demandantes de nuestros productos: construcción, automóvil, alimentación. Y el resultado del año 2022 para las empresas va a depender en gran medida de la evolución de las materias primas. La situación actual no ayuda al optimismo con unos costes energéticos disparados y ahora con conflictos geopolíticos. Por el momento, existe una gran preocupación sobre los resultados de las compañías. La dependencia de las materias primas de Oriente nos obliga a permanecer a la espera de la evolución de la producción y demanda de China. De hecho, estamos en una situación inflacionaria a la que los sectores no están habituados. Y hay que añadir los nuevos costes que supone la legislación, sin olvidar otros costes como la energía, el transporte, los salarios, etc. que parecen estar más olvidados. Entre los factores que quedan, se encuentran las baterías legislativas que bajo la excusa de la transformación ambiental van a complicar la actividad industrial europea y nacional. Igualmente, la pérdida de flexibilidad laboral y el incremento de los costes de mano de obra. Estos elementos nos afectan directa e indirectamente al ser muchos sectores demandantes de nuestros productos muy dependientes de ellos. Adicionalmente, nos encontramos ya con dificultades de los profesionales cualificados en profesiones clave como conductores, pintores, albañiles y otros muchos oficios. Se estima que el segundo trimestre podría mostrar signos de parón económico. El escenario es de gran incertidumbre ya que cada día se producen nuevas noticias. También se reportan problemas en el transporte y faltan camiones disponibles. Y es importante que los fondos next generation lleguen lo antes posible. Así pues, se estima que el 2022 será un año complicado. Afortunadamente, las empresas españolas de nuestro sector han demostrado estar preparadas para afrontar las dificultades y disponen de capacidad, conocimiento y capital humano de gran valor. En los últimos meses, todos los medios de comunicación se han hecho eco de la falta de mano de obra cualificada en muchos sectores y, en concreto, en el de la construcción del que forma parte la pintura. Apesar de la pandemia, o como consecuencia de ella, la carga de trabajo en el sector de la pintura ha aumentado de forma considerable y se prevé que aún lo hará más gracias a los estímulos económicos que existen y las subvenciones que se van a incrementar en el sector de la rehabilitación. Sin embargo, nos encontramos frente a dos graves problemas: la escasez de mano de obra especializada y el fuerte incremento de precios que están experimentando las materias primas. A pesar de ello, los precios de mercado por metro cuadrado de los trabajos de pintura no han subido al mismo ritmo que lo han hecho los costes, tanto de materiales como de mano de obra. Sin embargo, en nuestro sector esta ley parece no cumplirse ya que los precios que manejamos siguen siendo los mismos que hace años, a pesar del incremento de los costes. Este es un buen momento para plantear si debemos empezar a valorar más nuestro trabajo y actualizar nuestros precios, adaptándolos a la realidad del sector. Recuperar el margen que hemos venido perdiendo desde la crisis económica del 2008 contribuirá a dignificar nuestro oficio, lo que entre otras cosas significa conseguir un salario digno tanto para el trabajador asalariado como para el autónomo. Sólo de esta forma podremos volver a atraer a la pintura a esa mano de obra joven que nuestro gremio tanto necesita. Desde la compañía V33 hemos advertido que el año ha empezado muy lentamente. Incluso si tenemos en cuenta la tormenta Filomena en la comunidad de Madrid, que bloqueó durante una semana la ciudad y sus alrededores a principios de enero de 2021, la primera quincena de enero 2022 fue peor. Sin embargo, hemos podido cerrar el mes al mismo nivel que en 2021. En cuanto a las perspectivas de este año, es difícil prever cómo evolucionarán las cosas. Primero, dependerá del precio y abastecimiento de las materias primas. Si seguimos en esta situación de incertidumbre, será complicado crecer. Segundo, la reactivación de la economía gracias al consumo es fundamental y la clave será la inflación. Parece que está empezando a bajar pero hemos de confirmar esta tendencia (el IPC bajó medio punto: 6% en enero vs 6,5% en diciembre). Dependerá del precio de la energía y de la repercusión de los incrementos de precio de los fabricantes al consumidor final. Tercero, tenemos un histórico muy bueno en el primer semestre de 2021 y será difícil mejorar estas cifras. Por el confinamiento y lo que llamamos el «efecto COVID positivo» hubo una explosión de los trabajos de bricolaje y se notó mucho en las ventas de febrero a mayo 2021. Aun así, nosotros somos positivos, vemos que la pandemia sigue, pero se está empezando a normalizar la situación. Esperemos a crecer y cumplir las expectativas en el año 2022. SÓLOPINTURA 7
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