Los sectores que más acusan la falta de stock de materias primas son los que trabajan con categorías de productos de alta estacionalidad ya que si no disponen a tiempo de ese stock pueden dar por perdida su campaña. También se están viendo más afectados los fabricantes en cuyo proceso se incorporan materias provenientes de la siderurgia, madera, polímeros u otras materias primas que han sufrido aumentos de costes porcentuales de dos dígitos. Este problema de los fletes viene a dificultar la importación y en especial la de productos con un bajo coste ya que la incidencia del transporte sobre su precio es mayor. La situación actual es compleja porque sigue habiendo escasez de contenedores, y aunque algunas navieras ya están buscando soluciones éstas no se pueden implementar a corto plazo. Por otra parte, cabe señalar la concentración de poder en manos de estas compañías. Entre solo una decena de navieras aglutinan el 90% del mercado de transporte marítimo. En ese sentido, Agustín Montori, presidente de la comisión marítima de la Federación Española de Transitarios (FETEIAOLTRA), reconoce que unas pocas empresas controlan la mayor parte del volumen de estos servicios, provocando que los fletes sean a día de hoy entre 200 y 300% veces más caros que en 2019 y además incumplen la regularidad en las escalas. Estoy totalmente de acuerdo y ya he apuntado que esta crisis de las materias primas ha traído un replanteamiento de muchos negocios, pero está claro que volver a los niveles de precios anteriores a la pandemia va a resultar muy difícil. Ante esta situación, las empresas cuyos componentes provengan de China u otros países asiáticos serán las más perjudicadas. Respecto a qué materias primas mantendrán precios elevados es difícil hacer un pronóstico porque, como sabemos, los productores estamos asumiendo objetivos para una economía sostenible. Eso significa que habrá cambios en la demanda hacia materias nuevas que forman parte de esta nueva economía, en perjuicio de la demanda de las actuales. La pregunta es si el sector del bricolaje en su conjunto (productores, distribuidores, consumidores finales...) está preparado para una situación así. Yo pienso que actualmente no. Lo cierto es que teníamos el concepto de China como la factoría más importante de nuestro sector, pero esta crisis ha hecho replantear a muchas empresas sus estrategias de aprovisionamiento. Sin embargo, estos cambios son lentos y quizás no se vean resultados hasta dentro de unos años. Las empresas en su mayoría están haciendo sus deberes, aunque a lo largo de este año se espera que continúen los problemas de aprovisionamiento. Creemos que el ratio de un 85% de las empresas de bricolaje que en el primer semestre había sufrido roturas de stock en algunos de sus productos -a causa de la mayor demanda y los retrasos en la recepción de mercancíasmejorará algo en este segundo semestre. Los incrementos de costes de las materias primas están afectando de forma desigual a las empresas, pero en general sí que se ven obligadas a modificar sus tarifas porque de lo contrario se entraría en una senda de perdidas con graves problemas para la empresa y para su entorno social y económico. Lo normal sería que este incremento de costes no recayera al 100% solo en el fabricante ni tampoco en el distribuidor. Siempre es mejor llegar a acuerdos para compartir la carga. Sí, desde la AFEB recomendamos a nuestros asociados, y en los mismos términos nos dirigimos a la Distribución, de que ante las actuales circunstancias, ajenas a los fabricantes e incontrolables, deben derogarse ciertas cláusulas contractuales porque nos hallamos ante un escenario de causas de fuerza mayor. SÓLOPINTURA 21
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