presas y trabajadores autónomos hayan podido acceder a ellas. Respecto a otras medidas gubernamentales que pueden resultar útiles para apoyar a los profesionales de la pintura, pienso que a corto plazo lo más importante es agilizar los trámites y los plazos para acceder a las ayudas existentes, así como prorrogarlas hasta que lo más grave de la crisis haya sido superado. Asimismo, es esencial promover y estimular la rehabilitación del parque inmobiliario mediante ayudas, subvenciones, etc. que revitalicen el sector de la reforma, tan importante para nuestro gremio. Por último, he de recordar que nuestra gran e histórica demanda es la creación de un carnet profesional, una acreditación que nos ayude a luchar con eficacia contra el intrusismo profesional. En realidad lo que esperamos y deseamos es que la crisis económica no sea muy larga y que la recuperación sea más rápida de lo previsto. La profunda crisis del año 2009 hizo que una buena parte de nuestro tejido empresarial desapareciese y se viese reemplazado por la figura del autónomo. Muchos de ellos, con la recuperación de la actividad, habían comenzado a crear de nuevo pequeñas empresas. Si la crisis no se alarga mucho en el tiempo confiamos en que la mayor parte de ellas puedan superar el bache, pero si se eterniza volveríamos a la situación de hace pocos años en las que la mayor parte de los trabajadores del sector eran autónomos. Así pues, ciertamente corremos el riesgo de que las empresas de aplicación de pintura se hagan todavía más pequeñas si la recuperación de la actividad en el sector no vuelve pronto a los niveles previos a la pandemia y si no se establecen las ayudas necesarias por parte de la administración. Sé que es una frase muy manida pero es absolutamente cierto que todos estamos en el mismo barco. La colaboración es imprescindible. Fabricantes y distribuidores deben ser conscientes de que si las empresas y autónomos del sector de la aplicación de pintura son fuertes y están bien formados e informados, en definitiva si la profesión se dignifica, todos salimos ganando. En un primer momento, el equipo directivo de Anspi decidió suspender el cobro de cuotas a sus asociados, aplazándolo mientras durase el estado de alarma. Además, como ya he comentado, desde el inicio de la crisis hemos creído que lo más importante era que nuestros asociados estuvieran correctamente informados pues así podrían adoptar las decisiones oportunas. La forma de transmitir esa información ha sido principalmente a través de correo electrónico. Prácticamente todos los días, incluido sábados y domingos, nuestros asociados han recibido la información actualizada de las últimas novedades que se han ido produciendo y que afectaban al ejercicio de su profesión. Hubo días que tuvimos que enviar hasta cuatro circulares... Por otra parte, el servicio de asesoría legal ha funcionado a todo tren atendiendo las consultas y resolviendo las dudas de nuestros asociados acerca de todo tipo de cuestiones: limitaciones de actividad y movilidad, ayudas por cese de actividad, ERTEs, desplazamientos, etc. También hemos puesto en marcha diversas formaciones online a través de videoconferencia, sistema que antes no utilizábamos y que ahora, como consecuencia del confinamiento, casi todos hemos aprendido a usar. Finalmente, invito a todos los profesionales de la pintura que aún no están asociados a que conozcan Anspi. Son numerosos los servicios que ofrecemos a nuestros asociados: asesoría legal y técnica gratuita, formación, seguro de Responsabilidad Civil, descuentos en combustible, bolsa de trabajo y publicaciones como nuestra revista Mundo Anspi. Pero por encima de todo esto, Anspi es el punto de encuentro natural de los profesionales del sector y sólo desde la unidad podremos afrontar los difíciles retos a los que nos enfrentamos. Blatem SÓLOPINTURA 0
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