sociaciones Anspi reivindica una formación profesional específica para pintores Durante la Asamblea General de Anspi se trataron los temas de mayor interés para las empresas de aplicación de pintura, así como los principales problemas que les afectan. Entre las decisiones concretas, se aprobó por unanimidad abandonar la Confederación Empresarial de Ecoenvase Industrial (Confecoi), una entidad dedicada a la gestión de residuos. El presidente de Anspi, Miguel Angel Soro, explica que pertenecer a Confecoi resultaba poco útil porque actualmente ya no existen grandes empresas de pintura que generen muchos residuos. Precisamente, el tamaño de las empresas es un elemento determinante de la situación que vive el sector y «un problema enorme pues muchas empresas de toda la vida se están haciendo más pequeñas, al igual que ocurre en toda la construcción, y eso comporta serios problemas». El principal «lastre» del sector de la aplicación de pintura, y una especificidad de España frente a otros países europeos vecinos, es que carece de una formación reglada. Soro explica que «si en nuestro oficio los profesionales tuvieran un carnet de aplicador de pintura que demostrase que poseen una buena preparación, en lugar de lo que ocurre ahora, que cualquiera coge una brocha y se pone a pintar, todo funcionaría mucho mejor». El presidente asegura que para Anspi conseguir está formación es una prioridad y lo han intentado por todos los medios. Por ese motivo, se alegra de la publicación hace un año en el BOE del decreto que desarrolla las cualifica ciones profesionales para «Pintura Industrial en Construcción» y «Pintura decorativa en construcción», así como de las certificaciones profesionales correspondientes. El problema es que todavía no se han puesto en marcha y no existen centros que impartan esta formación. El asunto está en manos de las comunidades autónomas, que tienen competencias en educación. Pero poner en marcha una titulación de Formación Profesional exige dedicar un cierto número de funcionarios, y después recursos y profesorado. En definitiva, más gastos. Algunas comunidades, como Cataluña, han desarrollado la llamada formación dual en la que los alumnos deben acreditar una serie de horas de práctica profesional en empresas. Miguel Ángel Soro cree que es una buena opción, pero que tampoco satisface plenamente el modelo de formación que su gremio demanda. De entrada, por la falta de medios existente: «La realidad es que no hay recursos humanos ni fondos para hacer el tipo de formación que nuestro sector necesita». Por eso, lo máximo que han conseguido es el módulo de técnico de aplicación en la construcción, vigente en toda España, junto a este modelo de formación dual. Ahora «cada autonomía se ha de mover para que esta La Federación Nacional de Empresarios Pintores (Anspi - Fnep) celebró su Asamblea General en el Hotel Petit Palace Arturo Soria de Madrid. En este encuentro se repasaron los principales problemas que afectan al sector de la aplicación de pintura, incidiendo en la necesidad de formación, la lucha contra el intrusismo y las perspectivas de unas empresas que se ven obligadas, para sobrevivir, a reducir su tamaño y subcontratar aplicador se necesita un carnet profesional y detrás, obligatoriamente, unos años de formación en aplicación y en gestión de empresa». Este último punto es especialmente importante: «Toda la generación anterior de pintores nos hemos ido formando haciendo cursos aquí y allá, pero sería muy beneficioso que los futuros pintores no tuvieran que aprender a base de golpes». Soro insiste en que en el marco de una formación reglada «es importantísimo tener una buena base de gestión de empresa» porque «para llevar una empresa de pintura no basta con saber pintar». En España cualquier persona sin formación o experiencia puede crear una empresa y contratar a veinte trabajadores «pero muchas cierran a los cuatro días dejando un agujero en los proveedores, Hacienda, etc.». En consecuencia, «hasta que no tengamos una formación reglada y la Administración exija una preparación para poder abrir una empresa, las cosas no empezarán a funcionar correctamente». El presidente de Anspi explica que la falta de formación reglada lleva aparejado otro problema muy grave: el intrusismo es muy fácil porque si la Administración no exige ningún tipo de formación, cualquiera nueva formación se materialice pero, puede hacer de pintor y de ahí se derivan numerosos insisto, eso implica recursos y más profesores, y no están por la labor...». Además, para que este modelo tenga éxito y funcione, es imprescindible que el sector empresarial sea capaz de acoger a estos alumnos para completar adecuadamente su formación, una función que no pueden realizar los autónomos. El presidente Soro comenta que actualmente sólo existen los mencionados cursos de técnico en acabados de la construcción, en los cuales aprox. un 40% de sus contenidos corresponden al sector de la pintura. Y afirma que «esto no nos basta» pues se requiere una situación como en Alemania, Holanda, Bélgica o Francia «donde para ser problemas». Soro recuerda que «un electricista, si no tiene un carnet profesional que le ha costado unos años de estudios, no puede firmar un boletín y la obra no se da de alta. Y nosotros deberíamos alcanzar ese mismo nivel». Anspi lleva mucho tiempo trabajando en este tema, pero en la Administración «no se nos tiene en cuenta porque somos un gremio pequeño y poco cohesionado», aunque si se empezara a trabajar en esta línea «en pocos años notaríamos cambios importantes y muy positivos». Miguel Ángel Soro reconoce que durante la Asamblea General los informes de las vocalías «reflejaron una realidad de las empresas que desde hace unos años es un valle de lágrimas, porque la crisis nos afecta a todos y existe una problemática terrible». Muchas empresas se han dado de baja y bastantes otras se «encogen». A nivel autonómico, han acudido a la Inspección de Trabajo para pedir más inspecciones y que se controle el tema del SÓLO PINTURA 20
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