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63 PÉRGOLAS Esta evolución está impulsada por diversos factores. Por un lado, existe una mayor concienciación sobre la relación entre el diseño del espacio y la salud humana, respaldada por investigaciones científicas. Por otro, el auge de estándares internacionales como WELL y LEED, que promueven la sostenibilidad y el bienestar, está incentivando a arquitectos y promotores a integrar estas prácticas en sus proyectos. Además, los usuarios finales, tanto en entornos residenciales como comerciales, demandan lugares cómodos, saludables y sostenibles, revolucionando el diseño arquitectónico mediante soluciones innovadoras. El beneficio de esta transición es evidente: los espacios diseñados desde un enfoque de bienestar son capaces de mejorar la calidad de vida y tener un impacto positivo en la productividad, la creatividad y la conexión emocional de las personas con su entorno. A este respecto, se ha demostrado que el acceso a la luz natural reduce los niveles de estrés y mejora el rendimiento cognitivo, mientras que la integración de elementos naturales, como jardines o estructuras bioclimáticas, fomenta un sentido de tranquilidad y conexión con el exterior. Asimismo, la sostenibilidad ya no es solo una cuestión ambiental, sino también un componente esencial del bienestar, pues un entorno ecológicamente equilibrado contribuye directamente a la salud física de sus ocupantes. PÉRGOLAS RETRÁCTILES PARA CREAR ENTORNOS ARQUITECTÓNICOS MÁS SALUDABLES Y SOSTENIBLES En este contexto, elementos arquitectónicos como las pérgolas retráctiles están adquiriendo protagonismo al ofrecer soluciones que combinan funcionalidad, estética y sostenibilidad. Estas estructuras permiten controlar la iluminación y ventilación de los espacios exteriores, mejorando su habitabilidad durante todo el año; erigiendo un puente entre las neceVENTILACIÓN PASIVA Y CONFORT TÉRMICO Otra característica clave de las pérgolas adaptativas es su contribución a la ventilación pasiva, un principio esencial de la sostenibilidad. La circulación natural del aire no solo reduce la dependencia de sistemas mecánicos de climatización, sino que también mejora la calidad del aire y regula la temperatura de manera más eficiente. En este sentido, los principios que promueve la certificación WELL son particularmente relevantes. Este estándar de construcción saludable destaca la importancia del confort térmico y la calidad del aire, alineándose perfectamente con las funcionalidades que ofrecen las pérgolas retráctiles. Por ejemplo, al ajustar la orientación de las lamas o el grado de apertura de una pérgola, es posible regular la ventilación según las condiciones climáticas, optimizando el bienestar de los usuarios. sidades humanas de confort y conexión con la naturaleza, y los objetivos globales de sostenibilidad. En invierno, estas estructuras resultan especialmente útiles, ya que permiten filtrar o aprovechar al máximo la luz solar, proporcionando calor natural sin comprometer el confort. Esta capacidad de adaptación no solo mejora la funcionalidad de los espacios exteriores en entornos residenciales, sino que también promueve la conexión con la naturaleza, una necesidad clave para el equilibrio psicológico. Por otro lado, en contextos comerciales, como oficinas y restaurantes, la gestión de la luz natural a través de pérgolas puede influir positivamente en la experiencia del cliente y el rendimiento laboral, dado que la posibilidad de disfrutar de un espacio exterior bien iluminado, sin el exceso de deslumbramiento o incomodidades térmicas, genera un ambiente más agradable y saludable. Las pérgolas adaptativas, como las desarrolladas por Durmi, facilitan la circularidad natural del aire y la ventilación pasiva.

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