PS138

ENTREVISTA 70 las lamas de 0 a 135 grados, en función de las necesidades de confort que se requieran. Si las lamas se orientan con la misma inclinación que el sol, se permite la entrada de los rayos solares, calentando e iluminando el espacio. Cuando lo que se desee es enfriar, las lamas se orientan en contra de los rayos solares, impidiendo su entrada. Dado que las lamas siguen abiertas al mismo tiempo que producen sombra, permite la ventilación a través del techo y la salida de la masa de aire caliente. Es el mismo funcionamiento que experimentamos cuando buscamos frescor bajo un árbol en días calurosos, sombra y ventilación al mismo tiempo. Idear un sistema como éste comporta un importante esfuerzo en diseño e ingeniería. ¿Cómo se ha desarrollado este proceso? El reto no era simple, puesto que implicaba el desarrollo de una máquina propiamente dicha, con motorizaciones independientes para cada sistema, y donde esté garantizado el correcto control y posición de las lamas en todo momento. Para ello ha sido indispensable el diseño y análisis de diferentes conceptos, mediante la fabricación de prototipos mecánicos donde decidir la solución adecuada a cada componente. La última fase de desarrollo ha sido sobre una pérgola real, con todos sus componentes tal y como la comercializamos, a la que sometimos a varios meses de ciclados y de exposición al exterior para terminar de pulir detalles. Desde el inicio del proyecto teníamos claro que, para lanzar al mercado un producto de estas prestaciones y, en consecuencia, complejidad, era indispensable sentirnos absolutamente seguros de su fiabilidad. A ello se ha debido la inversión realizada en cálculos, prototipos, ensayos, ciclados, selección de los mejores materiales, etc. La pérgola numa permite la regulación de ventilación, luminosidad y temperatura mediante la orientación de las lamas de 0 a 135 grados, en función de las necesidades de confort que se requieran.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx