Editorial Globalización y proteccionismo: la gran disyuntiva Arrancamos el 2025 con energías renovadas para afrontar un año que promete ser apasionante para el sector. Con Bauma a la vuelta de la esquina, los grandes fabricantes mundiales tienen reservados sus grandes lanzamientos para la gran cita de Múnich. Consolidado como el mayor escaparate mundial de maquinaria y equipamiento para la construcción, Bauma volverá a ser el gran termómetro de las tendencias de nuestra industria. La digitalización, la automatización y las soluciones sostenibles son, en los últimos años, los grandes temas en torno a los cuales han girado los grandes avances del sector. A ellos se suma ahora la irrupción de la inteligencia artificial, concepto que, a buen seguro, escucharemos varias veces en el recinto ferial de Múnich el próximo mes de abril. Los expertos pronostican que el 2025 será un año de crecimiento moderado en Europa, con algo más de optimismo para España, impulsado por la necesidad imperiosa de modernizar la flota de maquinaria en un contexto global de cambios económicos y normativos. La apuesta por la electrificación y la integración de sistemas de inteligencia artificial no solo optimizará la productividad en obra, sino que también contribuirá a reducir la huella medioambiental del sector. Una de las grandes incógnitas de este año recién comenzado son las implicaciones de la vuelta de Trump a la Casa Blanca para un sector tan globalizado como el de la maquinaria y equipamiento para la construcción y en un momento en el que la pujanza de los grandes fabricantes chinos es mayor que nunca. Su enfoque proteccionista y la retórica en favor de la producción nacional han reavivado las tensiones en el comercio global, generando temores de que se intensifique la guerra comercial. Las medidas arancelarias y la posibilidad de barreras adicionales para la importación de componentes y tecnología podrían encarecer los insumos y afectar la competitividad de las empresas, obligándolas a repensar sus estrategias y a buscar diversificar sus fuentes de suministro. En paralelo, se vislumbran importantes cambios en las políticas de lucha contra el cambio climático. La administración de Trump ha mostrado una tendencia a flexibilizar las normativas ambientales, lo que podría ralentizar el impulso hacia tecnologías más limpias y sostenibles. Este giro contrasta con la firme posición de la Unión Europea en su lucha contra el cambio climático y puede poner en jaque los esfuerzos de aquellos fabricantes que han invertido en innovación para reducir la huella medioambiental. Europa se enfrenta al reto de equilibrar las presiones comerciales y unas exigencias de sostenibilidad que conllevan el riesgo de reducir la competitividad de la industria del viejo continente. Este 2025 nos enfrentamos a uno de los tableros de juego internacional más complejos que se recuerdan. Frente a este escenario global plagado de retos, la innovación y la determinación del sector se erigen como claves para transformar la incertidumbre en oportunidades.l 6
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx