PO715 - Potencia

33 Una estrategia integral para la gestión de carreteras Como destacó José Menchén, subdirector adjunto de Sostenibilidad e Innovación de la Dirección General de Carreteras, la DGC gestiona una vasta red de más de 26.000 kilómetros, incluyendo una alta proporción de vías de alta capacidad, numerosos túneles, puentes y otras estructuras complejas. Con un presupuesto de unos 2.600 millones de euros, el organismo “se enfrenta a retos y oportunidades a la hora de estandarizar procesos debido a su estructura descentralizada”, por lo que la colaboración entre los distintos agentes implicados resulta clave. Desde el inicio de las estrategias BIM por parte del MITMA con el foro es.BIM en 2015 y el establecimiento de diversas iniciativas hasta la Comisión Interministerial de 2018 con, se ha producido un aumento progresivo de la integración de prácticas BIM como la coordinación 3D, la elaboración de presupuestos y la visualización de proyectos, afirmando así esta metodología como una herramienta crítica para la transformación del sector. Un elemento clave en este proceso es el establecimiento de un visor básico del sistema de información geográfica (SIG) que actualmente se encuentra en fase de pruebas internas, pero que se espera poner a disposición del público en breve. Este sistema pretende normalizar los datos de todo el sector, permitiendo a todas las partes interesadas comunicarse utilizando referencias y geometrías comunes. Una ampliación compleja Como explicó Guillermo Arroyo Prieto, director de la obra y jefe de servicio: planes, proyectos y obras del MITMA, el proyecto se extiende a lo largo de 13 kilómetros de la carretera A67, con la incorporación de un tercer carril. La autovía conecta Santander con Palencia y, como explicó el responsable de la obra, cuenta con un elevado volumen de tráfico, con picos que alcanzan los 70.000 vehículos al día, hecho que plantea importantes retos para mantener la fluidez del tráfico durante la construcción. Las estructuras de las que constan el proyecto son las siguientes: • 7 pasos superiores • 4 con demolición y reposición • 3 se aprovechan los ya existentes • 8 pasos inferiores • 6 con demolición y reposición • 1 aprovechando el ya existente • 1 nuevo • 1 viaducto • 2 pasarelas • 36 muros • 43 obras de drenaje transversal Las excavaciones llevadas a cabo en la obra supusieron la extracción de 1,5 millones de metros cúbicos de tierras. Entre los elementos críticos de los trabajos, Guillermo Arroyo destacó los retos urbanísticos debidos a las estructuras existentes y las condiciones del tráfico. Uno de los aspectos más desafiantes fue el enlace de Oruña, situado tras el viaducto sobre el río Pas, que requirió la revisión completa de sus estructuras de soporte minimizando al mismo tiempo las perturbaciones del tráfico. En la aplicación de la metodología BIM, uno de los principales problemas surgió con el modelado de las estructuras existentes, por lo que se emplearon drones para su correcta representación. “Si el modelado sobre el que trabajamos no es correcto, fracasará el modelo BIM”, explica Arroyo. Mejorando los flujos de trabajo Cristina García Verdejo, responsable del Área de infraestructuras del departamento BIM & transformación digital de Ingecid, detalló en su intervención algunas de las características técnicas y ventajas del proyecto piloto en la A67. Durante su fase inicial se procedió a la creación de un modelo digital del terreno. Esta representación virtual permite una gestión más eficiente y colaborativa de las infraestructuras, integrando tecnologías como drones para la captura de datos, sistemas de información geoDe izquierda a derecha: Ricardo Cortés, director del Foro Potencia, y José Menchén Fisac, subdirector adjunto de Sostenibilidad e Innovación de la DGC (MITMA).

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