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14 Tribuna En España, la infraestructura pública juega un papel fundamental en el desarrollo socioeconómico y el bienestar. Sin embargo, los niveles de inversión actuales son considerablemente bajos en comparación con países europeos como Francia e Italia, y se espera que tarden al menos una década en recuperar los niveles previos a la crisis de 2008. Es de destacar, una fuerte reducción de la inversión en sectores clave como el ciclo del agua y la gestión de residuos, teniendo en cuenta la obligación de cumplir con los objetivos de sostenibilidad y eficiencia marcados por la Unión Europea y que, de lo contrario, pondría a España en una posición de riesgo de pérdida de competitividad y calidad de vida de los ciudadanos. El ciclo integral del agua es un sector crítico. La planificación hidrológica 2022-2027 proyecta una inversión de 38.000 millones de euros, distribuidos en medidas de depuración, abastecimiento, regadío, y control de inundaciones. Estas áreas representan inversiones urgentes, ya que muchas de las redes de suministro y alcantarillado en áreas metropolitanas superan los 40 años de antigüedad. El transporte es otro ámbito que requiere inversiones significativas. El transporte ferroviario de mercancías en España representa solo el 1,7% Nuestras infraestructuras; una cuestión prioritaria Julián Núñez, Presidente de Seopan (Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras) del tráfico interior, siendo uno de los más bajos de Europa. Esto contrasta con su alta eficiencia en términos de consumo energético. Se estima que se requieren 7.000 millones de euros en inversiones para mejorar las conexiones ferro-portuarias y desarrollar infraestructuras logísticas e intermodales. En términos de transporte urbano y público, España tiene un margen de mejora significativo para atraer más demanda. SEOPAN, la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras, calcula que se necesitan más de 58.000 millones de euros en inversión para cohesión social, resiliencia, seguridad y reducir la contaminación en zonas urbanas. En el ámbito de las carreteras, la red española es una de las más extensas del mundo, pero requiere una modernización para adaptarse a las demandas de movilidad y sostenibilidad. SEOPAN ha detectado la necesidad de inversiones de más de 20.000 millones de euros en áreas como la movilidad eléctrica, digitalización, actuaciones para mejorar la seguridad vial e infraestructuras necesarias para la transición ecológica. Además, la congestión del tráfico en las grandes ciudades supone una pérdida económica de 5.500 millones de euros anuales. La financiación de estas infraestructuras es uno de los principales obstáculos. En apenas dos años se acabarán los fondos Next-Generation y precisamos de un nuevo plan de estímulo, que impulse el crecimiento económico tanto de España como de Europa para ganar en competitividad frente a otras regiones. Por otra parte, España ha experimentado una reducción significativa en el uso del modelo concesional debido a la Ley de Desindexación que desincentiva la financiación privada. Este modelo, que en España sólo se utiliza en el 1,8% de la contratación mientras que en la UE alcanza el 12%, permitiría una colaboración público-privada que aliviaría los presupuestos públicos y garantizaría la ejecución de los proyectos y el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad y agenda europea. En resumen, España enfrenta el desafío de actualizar y mejorar sus infraestructuras críticas, con una necesidad urgente de inversión en agua, transporte y medioambiente. La situación actual exige, asimismo, una combinación de modernización de nuestra regulación pública, incremento de la financiación pública y colaboración con el sector privado, en concreto, con unas empresas de infraestructuras que son un referente internacional en construcción y concesión de proyectos.l

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