Potencia

24 Entrevista En los próximos años, el desafío pasa por el desarrollo de las tecnologías de captura, transporte, almacenamiento y usos y transformación del CO2 (CAUC), sin las cuales nos resultará imposible como industria alcanzar la completa neutralidad climática de aquí a 2050. Para ello, necesitamos que España disponga, de manera urgente, de una hoja de ruta clara que incluya el impulso de varios 'proyectos país' como ya tienen la mayoría de los países del centro y el norte de Europa. El PERTE de descarbonización industrial, que este mes de octubre tendrá disponible la primera línea de ayudas por valor de 1.000 M€, es una buena oportunidad para impulsar la transformación sin precedentes hacia la neutralidad climática en la que estamos inmersos. ¿Cómo está contribuyendo la industria cementera al imprescindible paso de la Economía Lineal a la Economía Circular? ¿Tienen contabilizada la recuperación de residuos que ya han logrado? La industria cementera española es uno de los mayores recicladores de España. De hecho, desde 2004, hemos recuperado material y energéticamente más de 63 millones de toneladas de residuos, según se desprende de los datos del Observatorio de la Economía Circular en el sector cementero, elaborado por la Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente (Fundación CEMA) en colaboración con el Institut Cerdà. Estas cifras demuestran cómo el sector cementero -en línea con la Estrategia Española de Economía Circular-, aprovecha material y energéticamente residuos de otras industrias, reduce la explotación de recursos naturales y disminuye el depósito de residuos en vertedero. Creo firmemente que este observatorio, referente del sector en España, refleja el compromiso de nuestra industria con la transparencia en el ámbito de la economía circular. ¿En qué medida el cemento puede favorecer una construcción más sostenible? ¿Es comparable a otros materiales que, quizás, tengan 'mejor prensa'? Para hablar de materiales sostenibles debemos de pensar en el concepto de sostenibilidad en todas sus vertientes: la económica, la social y la medioambiental. Cuando hacemos ese análisis, no queda duda que el cemento y el hormigón son los materiales de construcción más sostenibles. No olvidemos que el cemento es el material de construcción más utilizado, y que el hormigón es el segundo producto más consumido en el mundo después del agua. La sostenibilidad económica está garantizada por las prestaciones de durabilidad del hormigón, superiores a los 100 años, que ningún otro material alcanza, porque es 100% reciclable al finalizar su vida útil, y porque es un material de cercanía que tiene un coste muy competitivo y accesible. “Desde Oficemen somos plenamente conscientes que toda la cadena de valor del sector de la construcción es motor de crecimiento de la sociedad y debemos sentirnos orgullosos de ello”.

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