62 Protagonistas Posteriormente, con la llegada del nuevo siglo, inauguramos unas instalaciones modélicas en Alcobendas (Madrid), una de las alegrías más importantes en mi trayectoria. Pero también en esa década irrumpió la crisis de 2008/9, con el peor momento vivido en todos estos años y que supuso, entre otras negativas consecuencias, el cierre de las instalaciones que comentaba antes. Desde entonces y hasta ahora hemos ido salvando con éxito todos los obstáculos que se interponían en nuestro camino y hemos seguido avanzando con un equipo de compañeros inigualable. Gracias a la labor de todos ellos podemos decir que estamos muy cerca de los mejores momentos de la empresa. ¿Con qué se queda de todo lo vivido en este casi medio siglo de vinculación con BYG? Sin duda alguna, con la gente, con los compañeros que han hecho posible llegar hasta aquí. Sin el trabajo incansable de todos los profesionales que han pasado estos años por BYG no habríamos podido hacer esta entrevista, por ejemplo. ¿Y hay algo que le haya dejado una espinita clavada? ¿Se arrepiente de alguna decisión? En cuanto a decisiones, creo sinceramente que volvería a tomar las mismas. Que recuerde, no he tenido que arrepentirme de ninguna importante. Respecto a la espinita clavada, si hubiera una, esa sería posiblemente el no haber podido realizar el proyecto que tenía en mente de contar en Madrid con un gran taller que aglutinase todas las posibilidades de trabajos relacionados con nuestros productos y con ello dar al cliente un paquete completo de suministro y montaje, con todas las garantías. Celebración del 10º aniversario de Tractocentro. Instalaciones de Tractocentro-Tracesa en Madrid (1982).
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