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51 Apenas ha pasado un año y medio de nuestra anterior entrevista pero, en este mundo de velocidad vertiginosa en el que vivimos, ha sido suficiente tiempo para que irrumpa una Guerra en plena Europa y para sufrir uno de los periodos más inflacionistas de nuestra historia, entre otras muchas cosas. ¿Cómo ven desde MWCC la situación económica y social en la que vivimos? Sin duda vivimos episodios que nos retrotraen a otros momentos históricos que jamás tendríamos que haber retomado. Episodios que nos producen dolor por las muertes de parte de la sociedad civil del pueblo ucraniano, causadas por una guerra carente de sentido, propia de un magnánimo enloquecido por un sentimiento nacionalista arcaico y tirano. Episodios que nos trasladan a una situación económica inflacionista en donde una gran parte de las familias españolas se ven obligadas a reducir gastos y a apalancarse económicamente para poder acceder a la compra. Quiero aprovechar esta entrevista para eliminar un mantra que desde el Gobierno siguen difundiendo: “España tiene la inflación más baja de la zona Euro”. La tasa subyacente demuestra que España no tiene la inflación más baja de la Unión Europea ni de la eurozona. Con registros de diciembre del índice general de precios, España sí tiene una de las inflaciones más bajas de la UE, pero con los datos de la tasa subyacente (la que excluye los elementos más volátiles, como alimentos y energía), de los cuales noviembre es el último registro comparable, seis países presentan subidas de precios inferiores a España. Se trata de Irlanda (5,4%), Francia (5,3%), Italia (6,1%), Chipre (6,2%), Luxemburgo (5%) y Finlandia (5,9%), frente al 6,3% de España y a la media del 6,6% de la eurozona a 19 países, previa a la incorporación de Croacia. La medición de la inflación en tendencia es la subyacente, ya que representa el núcleo del Índice de Precios de Consumo (IPC) real que soporta el bolsillo de los consumidores, el que se refleja en toda la 'cesta de la compra', al margen de la evolución más inestable que mensualmente pueden reflejar los productos con precios más variables, como los alimentos no elaborados. A ello debemos sumar que no solo no tenemos la tasa de inflación más baja de Europa, sino que tenemos un diferencial de inflación subyacente que da señales de pérdida de competitividad estructural de nuestra economía, que compite en los mercados por precio con los países socios de la UE. La subida de precios que España acumula desde el último tramo de 2021 ha causado estragos en el bolsillo de las familias, por afectar principalmente a la alimentación y los suministros básicos del hogar. A cierre de 2022, la rúbrica de alimentos y bebidas no alcohólicas anotaba un alza del 15,7%. “Creemos en la atracción de la inversión internacional en Madrid y España” A estas tensiones de precios, debemos añadir, precisamente para combatir la subida de precios y 'enfriar' la economía, la subida de tipos de interés, los cuales someten a una presión añadida de gastos a las familias con hipoteca de interés variable. Sin duda estos datos son dramáticos y no asumibles para las familias españolas. La solución no es la subvención sino la producción, es decir, la mejora de la competitividad del país, la bajada de impuestos, la libertad de desarrollo económico y social, la apuesta e inversión por la innovación y por los empleos dinamizadores del futuro. Se tiene y debe que creer en las palancas económicas del país para dinamizar la economía, dejando de lado una ideología cada vez más recalcitrante y que ataca frontalmente a empresarios de nuestro país, bajo un lema banal como es la 'justicia social'. La mejor política social es las políticas de creación de empleo. El futuro de la sociedad y del país en su conjunto dependerá de los planes y programas que desarrollamos en la actualidad y, sin duda, no estamos diseñando el camino correcto por el cual progresar y ser referentes. Lo que tengo claro, viendo todas las comunicaciones que hemos ido recibiendo en estos meses sobre nuevas incorporaciones a MWCC, es que la asociación goza de buena salud. ¿Con cuántos miembros cuentan ya? ¿Qué feedback están teniendo por parte del sector de esta iniciativa que, aunque joven, cada vez está más consolidada? Nacimos el 4 de marzo de 2020. Un año realmente complicado para crear y posicionar una entidad nueva y llamada a crecer y ser referente nacional e internacional en soluciones urbanas. Una entidad promocionada por el Ayuntamiento de Madrid, el cual supo ver que la colaboración público-privada es necesaria y fundamental para diseñar proyectos transformadores tanto económicos como sociales. Fuimos y somos valientes, no tuvimos miedo en exponer la necesidad de aprovechar las sinergias empresariales y de distintas instituciones públicas. Fruto de ello, tras tres años de existencia, conformamos Madrid Capital Mundial más de 165 entidades públicas y privadas. Hemos cocreado un ecosistema empresarial conformado por empresas financieras, universitarias, constructoras, ingenierías, estudios de arquitectura, energéticas, tecnológicas, certificadoras, estudios de urbanismo, fondos de inversión, industriales…

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