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64 Energía Lo vemos principalmente en las grandes empresas de alquiler, que son los que desde un punto de vista financiero pueden acometer la adquisición de estos nuevos equipos más fácilmente. Pero, sin duda, los pequeños tendrán que hacerlo también, fundamentalmente porque la transición energética nos obligará a todos y también porque es un producto que ofrece valor, y por tanto, el retorno de inversión está garantizado. Sin duda, para un modelo de explotación como es el alquiler, es una máquina perfecta. Otra tecnología por la que estáis apostando es el gas. ¿Cómo está penetrando en el mercado? Es un caso muy interesante a estudiar, porque el gas es una tecnología que ofrece muchos valores positivos, pero sabemos que tiene también muchas barreras en la mente del usuario. Son barreras más de índole psicológica, porque el producto ofrece un valor real y tarde o temprano va a tener acogida. Es una transición natural hacia el hidrógeno y el hidrógeno, de una manera u otra, va a ser una realidad dentro de unos años. Por nuestra parte, en ese camino hacia el hidrógeno consideramos que el gas es uno de los combustibles del presente que ha demostrado una reducción de emisiones contaminantes; tanto emisiones que perjudican la salud (NOx, SOx, CO, Partículas) como aquellas que propician el calentamiento global (CO2, CH4 y NOx y CO). ¿Es el suministro del gas una de esas barreras a las que haces mención? Efectivamente, una de las principales barreras es la disponibilidad del GLP en el entorno de construcción y eventos. Tenemos una colaboración con Repsol para España y Portugal para ofrecer la solución completa y eliminar la barrera de los problemas de distribución. Gracias a esta colaboración, garantizamos la disponibilidad de GLP junto con nuestros grupos electrógenos Himoinsa. El gas empieza a tener mucho más peso del que tenía, principalmente en el sector del alquiler, gracias al trabajo de concienciación que entre todos estamos haciendo. Por ejemplo, países como Reino Unido son mercados más maduros en materia de sostenibilidad y están más concienciados en el uso de combustibles alternativos como el GLP para generación de energía. Sin embargo, aunque el sur de Europa va un poco más despacio, vemos un claro cambio de tendencia en la demanda de generadores a gas. Lo comentado hasta ahora puede englobarse dentro de ese gran cambio que se pretende con la transición energética, pero otro gran cambio que se está produciendo a gran escala es el de la transición digital. ¿Cómo lo afronta Himoinsa? Cuando ves el producto Battery Generator, puedes observar la digitalización y la conectividad en HiCore, el sistema de control inteligente que permite seleccionar la fuente de energía más favorable para la condición de carga en cada momento, pudiendo integrarse con generador diésel y gas, conexión a las redes eléctricas públicas y fuentes de energía renovables. Con la torre de iliuminación HBox+ puedes observar la digitalización y la conectividad a través del controlador CET8, una central de control que hemos desarrollado también ‘ad-hoc’ para este producto. Con esto quiero decir que tenemos un plan muy ambicioso para evolucionar toda nuestra gama de sistemas de control, aprovechándonos de la digitalización y conectividad, que va a provocar, fundamentalmente, que tengamos muchísima más información disponible para poder proporcionar más valor al usuario final. Desde su concepción, Himoinsa tiene en el ADN la integración vertical como un pilar fundamental, y gracias a esta filosofía, tenemos la capacidad para desarrollar nuestros propios sistemas electrónicos de control y vamos a explotar y aprovechar al máximo todo ese ‘know how’ que tenemos dentro de nuestra compañía para digitalizar y conectar todos nuestros equipos en beneficio de nuestros clientes y usuarios. ¿Cómo se está preparando la compañía para ese futuro basado en el hidrógeno? Como se sabe, el hidrógeno va a tener dos vertientes: una es el motor de combustión de hidrógeno y la otra la pila de combustible. Nosotros estamos trabajando desde I+D con las dos vertientes; tanto con la pila como con el motor, a través de un trabajo coordinado con los equipos de I+D de Yanmar, nuestra empresa matriz. En el caso de los motores de combustión interna, estimamos que acabará siendo una realidad en torno al 2030. La pila de combustible probablemente llegue un poco más tarde porque tiene una serie de complejidades añadidas. Y en esa transición natural hacia el hidrógeno el gas juega un rol importante, porque un motor de hidrógeno de combustión interna es muy parecido a uno de gas, siendo éste una tecnología más que viable en el presente. El que quiera visualizar cómo será una máquina de hidrógeno en el futuro, puede hacerlo ya hoy con una máquina de gas. ¿Cómo está ayudando la integración en Yanmar a alcanzar todos estos objetivos? Estamos perfectamente integrados desde todos los ámbitos del negocio y muy focalizados desde el punto de vista de I+D. Tal es así que, dado el nivel tecnológico existente en Himoinsa, junto con la capacidad de adaptación y velocidad de desarrollo, hemos decido establecer un equipo global de I+D en Valencia con personal de Europa y Japón para liderar la transición energética de nuestra división Yanmar Energy System desde Europa. l

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