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Radiografía del sector 16 Acabamos de cerrar un año marcado por una evolución atípica y cambiante. Recién salidos de la pandemia, cuando todo hacía prever que 2022 sería recordado como el año de la recuperación, llegó la invasión de Ucrania, que trajo consigo una fuerte incertidumbre a nivel político y económico en todo el mundo. La crisis energética derivada incidió, además, en los costes de transporte y producción de casi todas las industrias, elevando la inflación. Pese a un arranque del año muy positivo para el consumo de cemento, con crecimientos de dos dígitos en enero y febrero, a partir de mayo, las estadísticas pasaron a encadenar seis meses en retroceso. Como resultado de ello, esperamos cerrar 2022 con el consumo doméstico en “crecimiento cero” y unos valores absolutos similares a los alcanzados en 2021. Atendiendo únicamente a nuestras estadísticas, podemos afirmar con bastante seguridad, dado que la comparativa se hará sobre el buen arranque que tuvimos en 2022, que el inicio de 2023 nos traerá cifras de consumo de cemento claramente a la baja. La razón es que el consumo de cemento creció un 21% y un 14%, respectivamente, en los meses de enero y febrero de 2022, lo que coloca los valores absolutos de ambos meses en cifras difíciles de superar este año, y más dado el contexto internacional. Pero no podemos analizar la evolución de la industria del cemento en solitario, sin atender a la evolución y previsiones del sector en el que operamos, el de la construcción, para el que nuestro producto es material básico e imprescindible. Urge acelerar la ejecución de obra pública licitada Centrándonos en la inversión en infraestructuras, aunque las cifras de 2022 indican un aumento, en términos nominales, de aproximadamente un 15%, este crecimiento queda absorbido por el incremento de los costes de construcción y por la falta de ejecución real del total de obras previstas. De acuerdo con las cifras presentadas en los presupuestos para 2023, la previsión de inversión ejecutada en este año 2022 de las empresas públicas no ha alcanzado el 60%. Por lo tanto, a nuestro juicio, el comportamiento real del mercado de cemento en España para 2023 dependerá en gran medida de la voluntad del Gobierno a la hora de acelerar la ejecución de obra pública licitada. Este año se prevé un crecimiento de la inversión cercano al 15%, impulsado en parte por la llegada de los fondos europeos. No obstante, nuestro temor es que, en términos reales, la inversión pública caiga en torno a un 5%, ya que el crecimiento previsto quedaría absorbido en gran Un año de “crecimiento cero” para la industria del cemento Aniceto Zaragoza, director general de Oficemen (Agrupación de fabricantes de cemento de España)

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