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10 Opinión CNC La construcción, un sector responsable en plena tormenta Pedro Fernández Alén, Presidente de la Confederación Nacional de la Construcción – CNC Si enumerásemos todos los males que atraviesa en estos momentos el sector de la construcción, la sensación de desasosiego nos ahogaría: el ansiado final de la terrible pandemia ha venido acompañado de una espiral inflacionaria que afecta a las materias primas y a la energía, provocados por la crisis de desabastecimiento y la guerra en Ucrania, respectivamente. Una inflación que deja a las empresas al borde de la asfixia y un reguero de licitaciones desiertas por toda España, un fenómeno que amenaza en última instancia con debilitar la recuperación y transformación económica a la que van dirigidos los fondos Next Generation EU. De ahí que el pasado 11 de mayo, y ante una tormenta que nos acecha a la que hay que añadir la falta de mano de obra cualificada, mucha gente se sorprendiera de que la patronal y los sindicatos de la construcción fuésemos capaces de llegar a un preacuerdo histórico para firmar el VII Convenio General. Esto ha sucedido en un momento en que muchas constructoras nos cuentan que han tenido que devolver la fianza a los promotores en obras particulares porque les sale más barato que continuar la ejecución, o en un momento en que las mismas empresas rechazan acudir a licitaciones convocadas por administraciones públicas porque perderían dinero incluso llevándose la adjudicación de la obra. Así, desde la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), junto a CCOO del Hábitat y UGT-FICA, queremos aquí ensalzar las virtudes de un ejercicio de responsabilidad colectiva que, de entrada, no es nuevo: parte desde hace 30 años, cuando en 1992 se firmó el convenio por el que se creaba la Fundación Laboral de la Construcción, de gestión tripartita. Hoy la FLC es la verdadera universidad del sector, capaz de formar a 80.000 alumnos cada año. Lo que hemos pactado ahora no es menor: el primer plan de pensiones sectorial de la historia de nuestro país que, de salir adelante, beneficiaría a 1,3 millones de trabajadores y supondría un estímulo para la sostenibilidad del siempre frágil sistema público de pensiones. Incluso hemos apalabrado una subida salarial de hasta el 10% para los próximos tres años, parte de la cual irá a los planes complementarios de pensiones. Son esfuerzos solidarios, generosos y equilibrados. Y por eso ahora los empresarios, pero también los trabajadores del sector, necesitamos que los poderes públicos nos escuchen un poco más. Hablamos del Gobierno, pero también del Congreso de los Diputados, de las Comunidades Autónomas y de los entes locales. Al Ejecutivo central, al que agradecemos la puesta en marcha desde principios de marzo de un Real Decreto-ley para revisar de manera excepcional los precios de los contratos públicos de obras afectados por la subida de los precios de los materiales -medida ampliada a finales de marzo-, le solicitamos más ambición con la mencionada revisión: hay que incluir en la revisión de precios los sobrecostes de la energía y alargar la vigencia del Real Decreto-ley más allá de 2021 para inyectar estabilidad y certidumbre. A los gobiernos autonómicos les pedimos más contundencia a la hora de aplicar el sistema de revisión de precios en las licitaciones públicas. Al Congreso de los Diputados le reclamamos la puesta en marcha de incentivos para aplicar los planes de pensiones sectoriales, nada que no se recoja en el último informe de la Comisión del Pacto de Toledo o en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Finalmente, de nuevo a todos ellos (Administraciones Central, Autonómicas y Locales) les apremiamos a dotar de más agilidad a la canalización de fondos europeos para que la conversión del caudal comunitario en proyectos específicos sea una realidad. Hablamos de construir plantas de energías verdes, desaladoras, depuradoras, centros de datos tecnológicos, hospitales de última generación, líneas de alta velocidad o centros de investigación y todo tipo de obras que permitan mejorar la sostenibilidad y desarrollar la digitalización. Y es que, no olvidemos, en torno a 7 de cada 10 de los fondos Next Generation EU van a pasar directa o indirectamente por el sector de la construcción. O

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