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4 Editorial Nuevos quebraderos de cabeza Como suele ser habitual, este primer número del año de la revista POTENCIA incluye varios ar tículos con el balance del mercado de 2021. Son varios los datos publicados: ventas de maquinaria, consumo de cemento, producción de asfalto, empleo… Y la conclusión que podemos sacar de este balance global es que el sector de la construcción ha recuperado el terreno perdido en 2020 a causa de la pandemia. Se trata de un hecho que se puede extrapolar a la economía general, con el PIB creciendo un 5% y el mejor dato de creación de empleo desde 2005. A ello hay que sumar la aprobación –sainete parlamentario mediante- de la reforma laboral, un hecho importante no solo por lo que supone para los trabajadores, sino por el consenso entre Gobierno, patronal y sindicatos en su elaboración. Pedro Fernández, presidente de CNC, analizaba recientemente en el Foro POTENCIA las consecuencias de esta ley para un sector de la construcción que aspira a abandonar la temporalidad de su mercado laboral. Según Fernández, “la construcción ya no será el sector de la temporalidad”; no obstante, se estima que la cuarta parte de sus trabajadores dejarán de ser eventuales. Los fondos europeos están jugando un papel crucial en esta recuperación. Con el objetivo de acelerar los procesos de transición energética y digital de la Unión Europea, el sector de la construcción se está beneficiando en gran medida de estas ayudas que ya están cristalizando en un goteo constante de licitaciones. Por delante queda el reto de hacer frente a la gestión de las cantidades asignadas (70.000 millones en ayudas directas más otros 70.000 millones en créditos a devolver), algo nada sencillo tanto por su volumen como por los distintos niveles de Administración que serán los encargados de su ejecución en último término. Sin embargo, la economía española y especialmente su industria se está enfrentado a un problema cuyo fin no parece cercano: el encarecimiento de la energía y las materias primas y la crisis de suministros. Son muchas las variantes de esta situación, desde el encarecimiento del transporte o la producción industrial de cualquier tipo hasta los cuellos de botella por la imposibilidad de conseguir los componentes necesarios para la fabricación. Recientemente alertaba la CNC de que el 40% de las empresas del sector se han visto obligadas a paralizar sus obras por el encarecimiento de las materias primas. Por su parte, los proveedores de maquinaria se están encontrando con grandes dificultades para hacer frente a la demanda de equipos, con plazos de entrega que en muchos casos ya superan el año y el encarecimiento en su transporte está provocando una drástica reducción de sus márgenes. Ante el incremento de la actividad prevista con la llegada de los fondos europeos, es fundamental poder hacer frente a la demanda para no perder la oportunidad que tenemos por delante para sentar las bases de una economía sólida, sustentada bajo los pilares de la digitalización y la sostenibilidad.

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