4 Editorial Una variante inesperada Cerramos el 2021 con el buen sabor de boca de la celebración de Smopyc. Una edición que ha sido un ejemplo de resistencia frente a la adversidad y que finalmente ha conseguido llevarse a cabo. Lo ha hecho además dejando un poso de satisfacción tanto entre expositores como visitantes, con una importante afluencia de público y los proveedores de equipos rentabilizando su inversión en la feria con nuevas ventas y contactos. Los indicadores económicos y de empleo para este final de año están siendo positivos y muestran un efecto rebote mayor al esperado tras la crisis inicial de la pandemia. Un crecimiento que las previsiones indican que se mantendrá, como mínimo, durante 2022. Sin embargo, el final de año está resultando agridulce tanto para el sector como a nivel global. El problema del encarecimiento de las materias primas y la falta de componentes para fabricar las máquinas está provocando serios problemas de abastecimiento a los que cada vez es más difícil poner fecha de solución. El efecto embudo que está provocando esta situación –que afecta a la industria en general- está llevando a muchos proveedores de maquinaria a dar fechas de entrega superiores al año. Este desacople entre oferta y demanda es especialmente inoportuno ante el incremento de la actividad prevista en el sector para los próximos meses con la llegada de los fondos europeos. China lleva la delantera en esta guerra comercial. El proceso de deslocalización de la producción se está volviendo en contra de regiones como Europa, que tiene una gran dependencia de esas materias primas y esos componentes por los que se está peleando medio planeta y que se están vendiendo al mejor postor. En la propia Smopyc hemos visto a importantes fabricantes chinos anunciar inversiones en nuestro país ante la oportunidad presentada. Veremos cómo queda el tablero de juego en un futuro próximo. Y a nivel global, nos despedimos de 2021 ante la amenaza de la variante ómicron, que nos ha hecho retroceder varias casillas en la batalla contra el Covid-19 en unas fechas tan difíciles para gestionar las grandes masificaciones como las fiestas navideñas. Si bien es cierto que el enorme porcentaje de población vacunado y la aparente menor gravedad de esta variante está haciendo que los casos graves por infección aún sean reducidos, existe el riesgo de ante una explosión de contagios la presión sobre los hospitales vuelva a aumentar. Países de nuestro entorno están volviendo a tomar medidas duras y en España es difícil que hagamos frente a la situación sin volver a las restricciones, sea cual sea su intensidad. A pesar los nubarrones con los que estamos despidiendo el año, el camino recorrido hasta llegar aquí no ha sido en balde. La responsabilidad mostrada por la sociedad española en la campaña de vacunación ha sido ejemplar, y lo seguirá siendo hasta que podamos decir por fin que hemos derrotado al virus. No nos cabe la menor duda. Cuidémonos, cuidemos de los nuestros y disfrutemos de las fechas siempre especiales de la Navidad. Nos vemos en 2022.
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