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4 Editorial Luz verde para los fondos europeos El último escollo para la llegada de los fondos Next Generation ya se ha superado: la Comisión Europea ha aprobado el plan de recuperación y resiliencia de España por valor de 69.500 millones de euros en transferencias directas, ampliables hasta 140.000 millones en créditos hasta 2026. En su evaluación favorable, la Comisión constata que el plan presentado por el ejecutivo español cumple con los objetivos de transición ecológica y digital marcados por Bruselas. En concreto, concluye que el plan español dedica el 40% de su asignación total a medidas que apoyan los objetivos climáticos, mientras que la transición digital recibe el 28% de la asignación total. Para la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyer el plan presentado por España ha sido aprobado “porque es ambicioso, tiene visión de futuro y contribuirá a un futuro mejor para el pueblo español. La sólida responsabilización nacional con este plan es un buen augurio para el éxito de su ejecución”. Distintos sectores de actividad de la economía española tienen puestas sus esperanzas en las este plan que recibirá 19.000 millones en 2021 (unos 7.000 millones menos de lo esperado). El de la construcción y las infraestructuras será uno de los que se beneficiará en forma de inversiones para mejorar y modernizar la movilidad, así como rehabilitar y renovar nuestro parque de viviendas y hacerlas más sostenibles. En una reciente sesión del Foro Potencia, José Alberto González-Ruiz, secretario general, señalaba la importancia del efecto arrastre que estos fondos, que calificó como “una bocanada de aire fresco”, deberían tener hacia pymes y autónomos. De su capacidad de regar al tejido productivo en su globalidad dependerá buena parte del éxito de estas ayudas. Con la lupa de Bruselas, es de esperar que la transparencia y la libre concurrencia estén garantizadas en todo el proceso. Asimismo, el secretario general afirmó que, gracias al efecto arrastre de la economía, el sector de la construcción sería uno de los grandes beneficiados. Nos encontramos además con una transición tanto digital como energética aún por llevar a cabo y con un amplio margen de recorrido, como ha quedado patente en la reciente celebración del congreso Construyes!, por lo que la industria en su conjunto tiene una enorme oportunidad por delante para transformarse y sentar las bases de su futuro. La pandemia ha dejado varias urgencias encima de la mesa, pero aprovechar esta oportunidad exige hacer el esfuerzo de abandonar el cortoplacismo y plantear objetivos ambiciosos con la vista puesta en el medio y largo plazo.

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