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36 Protagonistas Antonio Bello y Luis Bello, Grupo Ibergruas Europa es un mercado maduro, con un margen de crecimiento limitado. En cambio en Latinoamérica pasa todo lo contrario. Necesitan viviendas, infraestructuras del agua, carreteras…Por ello los fabricantes están apostando por estos países. L.B.: Por poner un ejemplo Lima tiene 12 millones de habitantes, el doble que Madrid. Perú tiene un aeropuerto bastante pequeño para el país que es, y una carretera que hace de vía de circunvalación, colapsada. Solo Madrid tiene muchas más vías que todo el país. ¿Cuánto de la parálisis generalizada en España sector se debe a la pandemia? A.B.: Influye mucho la madurez que comentábamos de los países. Por ejemplo, la gama pesada, excavadoras de 40 toneladas o dúmpers impresionantes, ha tenido que bajar, porque ni la minería es fuerte en Europa ni hay sitios donde compense invertir en ella porque es caro. Todo ello hace que la gama pesada haya caído y la gama ligera dependiendo de cuál. En gama agrícola sí veo las explotaciones cada vez más profesionalizadas. Los telescópicos, donde JCB es líder, sí suben cada año. En cambio las retroexcavadoras, donde JCB también es líder, cada vez bajan más. Es un producto más orientado para países en desarrollo, menos especializado y más versátil. La gente prefiere tener una miniexcavadora y una pala. Esa evolución se está viendo, que mientras la maquinaria en Europa tiene poco margen de crecimiento, en otros países sí lo tiene. En cuanto a la maquinaria eléctrica, ¿cómo veis su demanda? A.B.: Cuando se creó la primera grúa torre, el primer andamio o la primera retroexcavadora no había mercado para ellos. Ahora mismo, el mercado es muy limitado, es una máquina cara y aunque la sociedad valora cada vez más los beneficios que aporta, no lo hace en demasía. Se utiliza en ciertas zonas o en interiores, dentro edificios o en el mismo metro, donde no puedes tener motores de combustión. Sí que hay demanda, pero no es algo mayoritario. Pensamos que será el futuro, y JCB tiene mucha vista a la hora de ser innovador, pero ahora mismo sigue siendo un mercado de nicho. ¿Qué reflexión hacéis de la situación actual del grupo? L.B.: La verdad es que apenas tenemos tiempo de pararnos a pensar. Desde fuera se ve bonito, pero hay muchos problemas y cosas del día a día que gestionar. Además, tenemos que lidiar con un desfase horario respecto a Latinoamérica que hace que tengamos que dar servicio todas las horas, todos los días. Al final la responsabilidad te llama a ser conservador. A pesar de todo este crecimiento, somos muy conservadores, crecemos con nuestro propio dinero. Cualquier mínima inversión que hacemos está muy pensada y consensuada. Encaramos esta crisis mucho mejor de lo que encaramos la de 2008. ●

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