31 DIÓXIDO DE TITANIO Tras la revocación de la calificación como carcinógeno y la disminución de los costes de la energía y de los fletes, la demanda de dióxido de titanio vuelve a subir. Rebeca Jala, periodista El 23 de noviembre de 2022 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) declaró nula y sin efecto la regulación de la Comisión de la Unión Europea que clasificaba al dióxido de titanio en polvo como carcinogénico. La decisión judicial revocaba así la clasificación del TiO2 como carcinogénico, clasificación que había sido establecida por la Comisión de la Unión Europea en 2019. Como resultado, los proveedores de pinturas ya no están obligados a etiquetar sus productos con advertencias de cáncer relacionadas con el TiO2. Para llevar a cabo la revocación, el TJUE señaló que la clasificación de sustancias como carcinógenas debe basarse en pruebas confiables y reconocidas, requisito que no se cumplió en el caso del TiO2. Además, una sustancia solo puede ser etiquetada como carcinogénica si tiene la propiedad intrínseca de causar cáncer. Por lo tanto, para ser clasificado como carcinogénico, el dióxido de titanio tendría que ser carcinogénico en sí mismo. Sí que es cierto que el tribunal argumentó que el riesgo de cáncer solo existe en conjunto con algunas partículas de dióxido de titanio respirables en ciertas condiciones, pero determinó que esta circunstancia no es suficiente para su clasificación como carcinógeno. La decisión legal ha supuesto una gran noticia para la industria, pues la libera de restricciones innecesarias y permite que el TiO2 continúe su papel crucial en la mejora de la opacidad y el brillo de la pintura y de otros muchos productos. A lo largo de la historia el dióxido de titanio ha experimentado muchas variaciones de precio. El año pasado cerró con un aumento de hasta el 40%, debido principalmente al incremento del precio de la energía y de los fletes, lo que provocó que la demanda mermara. “Sin embargo, poco a poco vemos cómo va mejorando la situación”, afirma Eduard Yáñez, manager del departamento Industrial Colour De Comercial Química Massó, quien apunta que, en general, “se trata de un mercado muy estable por lo que hace al consumo”. Es cierto que acontecimientos imprevistos, como la pandemia de Covid-19 y problemas logísticos han impactado en los últimos años en su producción y suministro pero, pese a ello, y dado que se trata de un producto necesario y, de momento, insustituible por sus cualidades de opacidad y gran poder blanqueante, los formuladores siguen comprándolo, haciendo que el dióxido de titanio mantenga su posición crucial en el mercado. “Aunque la tendencia va hacia el menor uso de TiO2, sustituyéndolo por extenders — apunta Yáñez al respecto—, dadas las prestaciones que este ofrece nunca podrá ser sustituido por completo”. El TiO2 recupera su posición líder
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