A continuación Sebastiano Cerullo, director general de FederlegnoArredo, ofreció una visión panorámica del sector de los pavimentos de madera en Italia. Las estadísticas de la FEP muestran que las ventas de parquet se mantienen estables desde hace un par de años con ligeros aumentos de alrededor del 1%. En 2017 ascendieron a 6.33 millones de m2 (M/m2), el 12% aprox. correspondiente a tarima maciza. Al ser un país eminentemente «cerámico», el consumo de parquet per cápita es solo del 0.10 m2/per capita. Los precios se mantienen estancados. Italia, con 60,5 millones de habitantes, representa el 8% de las ventas globales de parquet en los países de la FEP por detrás de Alemania, Francia, Suecia, Suecia, Austria y el llamado cluster nórdico (Dinamarca, Noruega y Finlandia). Por lo que respecta a la producción de parquet, el año pasado se situó en 2.35 M/m2 con un crecimiento del 7,2% (el sexto del área FEP) y las expectativas son que esta dinámica se mantenga durante este año. En un 70% se utiliza madera de roble y en un 30% especies tropicales. En el contexto de la FEP, Italia es un productor modesto con una cuota de solo el 3,3% de la producción global (la mitad que España) aunque su industria cuenta con marcas de elevado prestigio. Las importaciones de parquet, que el año pasado ascendieron a 5.6 M/m2, representan un porcentaje muy elevado de su consumo. No obstante, sus exportaciones, 1.6 M/m2, también suponen un porcentaje muy importante de su producción local. A pesar de la fuerte inestabilidad política y de los problemas estructurales de su economía, en especial el endeudamiento público y privado, y el desempleo (el 11,3% en 2017), la situación económica general es razonablemente positiva con un crecimiento del PIB del 1,5% y una tasa de inflación del 1,2% el pasado año. Se espera que estos datos no varíen significativamente en 2018 y 2019. Por otra parte, el sector de la construcción se encuentra en una etapa de «consolidación» con un crecimiento global del 1% que se eleva al 2,1% en obra nueva civil y al 1,4% en la reforma. Tras esta «inmersión» en el mercado del parquet del país anfitrión, el presidente de la FEP, Lars Gunnar Andersen, en su tradicional discurso a la asamblea, agradeció a los asistentes su firme apoyo a la Federación con su presencia en Sorrento. En primer lugar, aludió al reciente fallecimiento de su predecesor en el cargo, Dieter Betz, exdirector general de Bauwerk Parquet AG y expresidente de la FEP entre 1999 y 2008. Anderson aseguró que Betz era «un verdadero creyente en el parquet que luchó con pasión por su pleno reconocimiento durante toda su carrera», y que durante su gestión la Federación se convirtió «en una organización poderosa y respetada». En relación a los resultados del parquet europeo el pasado año, el presidente destacó la situación de estabilidad con dos ejercicios, 2016 y 2017, que registraron ventas «ligeramente al alza», con la significativa excepción de Alemania, el principal mercado europeo (que sufrió un descenso del consumo del -8%). También comentó que «globalmente nuestra industria registra un ligero crecimiento, cosa que los pavimentos laminados no han logrado hacer, y a nadie se le escapa que los suelos LVT aumentan sus ventas y ganan cuota de mercado principalmente a los laminados pero también al parquet». Ante esta situación, Lars Gunnar Andersen pidió una reflexión sobre todo lo que la industria del parquet ha conseguido en las últimas décadas. En este sentido, recordó que en 1980 la producción de parquet multicapa se concentraba en los países escandinavos y en parte en Alemania. En conjunto, hablamos de solo seis o siete fábricas con una exportación muy pequeña dirigida a Estados Unidos. La producción europea se limitaba básicamente al producto macizo, el mosaico y el parquet bicapa. «En esos años», dijo, «teníamos una cuota del 4% del mercado del pavimento y soñábamos con lograr llegar al 5% si se realizaban las inversiones necesarias en las pocas fábricas existentes, porque crear nuevas plantas parecía una tarea muy compleja salvo para un par de empresas nórdicas». En la década de 1990, una empresa empezó a ofrecer fábricas llave en mano para producir parquet multicapa. La maquinaria y los conocimientos técnicos ya estaban disponibles para los productores e inversores de madera maciza y se abrieron nuevas plantas en países como Austria, Polonia y Alemania. A finales de los años ochenta y en los noventa, recordó el presidente, aparecieron nuevos problemas: «La sistemática copia de nuestros productos a través de la producción de pavimentos laminados pero denominándolos parquet laminado». La confusión con el «parquet de lamas» era fácil y el término de parquet multicapa solo se empleaba en los países escandinavos. «Grandes fabricantes empezaron a producir suelos laminados más baratos y a ganar mucho dinero, que podían emplear en publicidad a diferencia de los fabricantes de auténtico parquet». Es cierto que cuando la compañía sueca Perstorp empezó a producir pavimentos laminados con la marca Pergo su precio de mercado era incluso superior al del parquet multicapa, pero solo durante un corto período de tiempo. Así pues, señaló Andersen, en aquel entonces la industria europea de parquet estaba más fragmentada que hoy en día con fabricantes relativamente pequeños y medianos. Por eso, los recién llegados al mercado podían vender fácilmente volúmenes importantes ofreciendo mejores condiciones o bien encontrando mayoristas o clientes que quisieran cambiar de proveedores por razones que no Sebastiano Cerullo Lars Gunnar Andersen 29 - PAVIMENTOS
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx