72 ANÁLISIS estética, sostenibilidad y capacidad de renovación. Aidimme insta a los actores del sector a seguir apostando por la innovación en acabados y tecnologías de instalación que hagan al parquet más competitivo en aquellos segmentos donde los productos alternativos han ganado terreno, así como a desarrollar estrategias que promuevan su valor diferencial como un pavimento único, sostenible y duradero en el tiempo. EL PARQUET Y LA ECONOMÍA CIRCULAR: UN MODELO SOSTENIBLE El informe Aidimme resalta que el parquet de madera es un material clave para avanzar hacia un modelo de economía circular gracias a su carácter renovable, reciclable y reutilizable, lo que lo posiciona como un referente en sostenibilidad dentro del sector de pavimentos. El parquet puede ser desmontado y reutilizado con facilidad, reduciendo la necesidad de fabricar nuevos productos y, además, tiene la ventaja de ser reparable, ya que puede lijarse y barnizarse para extender su vida útil, a diferencia de otros materiales alternativos que suelen requerir reemplazo total. La industria del parquet también está desarrollando estrategias para aprovechar los residuos generados durante la producción y convertirlos en nuevos materiales, lo que incluye el uso de desechos para crear paneles de fibras o para generar biomasa destinada a la producción energética. Otro aspecto destacado es la completa reciclabilidad del parquet, ya que al final de su ciclo de vida puede ser transformado en nuevos productos de madera o ser compostado, contribuyendo significativamente a la reducción de residuos. Las empresas del sector también están apostando por un diseño más sostenible, reduciendo el grosor de las tarimas o incorporando capas intermedias fabricadas con materiales reciclados, lo que disminuye la cantidad de madera empleada sin comprometer la calidad del producto final. Además, la madera tiene la capacidad única de almacenar carbono durante toda su vida útil, lo que refuerza su papel en la mitigación del cambio climático, ya que su uso evita la dependencia de materiales sintéticos derivados del petróleo que tienen una huella de carbono más alta. El informe también pone énfasis en la importancia de las certificaciones medioambientales, como FSC o PEFC, que aseguran la gestión sostenible de los bosques de donde se obtiene la madera y refuerzan la percepción del parquet como un material ético y responsable. Estas certificaciones se están complementando con herramientas como el análisis de ciclo de vida y las Declaraciones Ambientales de Producto (EPD), que permiten a las empresas evaluar y comunicar con precisión el impacto ambiental de sus productos, algo que resulta esencial para cumplir con las normativas europeas y satisfacer las expectativas de los consumidores, cada vez más concienciados con la sostenibilidad. A pesar de todas estas ventajas, el sector enfrenta retos importantes, como la falta de conocimiento de los consumidores sobre los beneficios medioambientales del parquet frente a materiales alternativos, lo que obliga a las empresas a implementar campañas de comunicación efectivas para destacar sus características únicas, así como la percepción de que el parquet tiene un costo inicial más alto, aunque el informe subraya que su durabilidad y capacidad de reparación lo convierten en una opción más rentable a largo plazo. También es necesario continuar integrando modelos de economía circular a gran escala dentro de las empresas, lo que requiere inversiones en tecnología y procesos más eficientes, pero que también abre nuevas oportunidades para posicionar el parquet como la opción preferida en un mercado cada vez más orientado hacia la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental. RETOS NORMATIVOS: UNA PRESIÓN AÑADIDA El sector de los pavimentos de madera está en el punto de mira de las nuevas normativas europeas orientadas a proteger los recursos naturales y promover la sostenibilidad. Dos de las regulaciones más relevantes para 2024, según el informe Aidimme, son el Reglamento EUDR contra la deforestación y la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP). Ambas introducen requisitos que impactarán en los procesos de producción, distribución y comercialización del parquet. Aunque estas medidas aumentan la complejidad operativa, también ofrecen oportunidades para destacar la madera como un material sostenible frente a otros pavimentos de origen sintético. El informe destaca que la capacidad del parquet para cumplir con los estándares más exigentes de sostenibilidad puede posicionarlo como una opción preferida en mercados conscientes del impacto ambiental. Sin embargo, los pequeños y medianos fabricantes podrían enfrentar mayores dificultades para adaptarse a los costos y procesos adicionales que exige esta normativa. Es por ello por lo que desde Aidimme se recomienda colaborar con asociaciones y organismos para implementar buenas prácticas, invertir en innovación para cumplir con los requisitos sin comprometer la rentabilidad y aprovechar estas regulaciones como una oportunidad para comunicar el compromiso ambiental del parquet a los consumidores. n
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