PM116 - Pavimentos y Revestimientos

11 PROYECTOS 45º, “ya que nos gusta mucho por la sensación de amplitud que da al espacio”, declaran en el estudio. Y lo mismo sucede con la iluminación, con la que siempre son también especialmente cuidadosos para crear ambientes cómodos y acogedores; en este proyecto, se ha optado por leds regulables en intensidad y de 3000k para los foseados de los techos, el interior de los muebles y detalles puntuales, como la barandilla empotrada en la pared que comunica ambas plantas. La casa de cuatro plantas se distribuye en sótano con garaje, salón para reuniones familiares y aseo, y en la misma altura exterior se encuentra el jardín con la piscina y una zona de estar; primera planta con entrada, salón, comedor, cocina y aseo de cortesía; segunda planta con dormitorio principal con vestidor, estudio-dormitorio de invitados, baño completo y cuarto de lavandería; y tercera planta con un dormitorio con acceso a una pequeña terraza y un baño. La entrada a la vivienda está directamente comunicada con el salón, pero Los suelos de toda la vivienda se han vestido con un pavimento vinílico de Porcelanosa, que aporta continuidad a la vivienda, al igual que los revestimientos murales. Fotografía: David Montero y Cristina Rodriguez-Goitia. RQH Studio ideó un elemento a modo de separador visual hecho con lamas de madera con acabado roble y dispuesto con la inclinación adecuada para evitar la visión abierta de esta planta, aportando cierta intimidad sin restar el paso de luz. Del mismo material se dispuso una liviana balda que hace las veces de mueble de recibidor para dejar las llaves o disponer de algún objeto decorativo. ESPACIOS DIÁFANOS E INTEGRADOS La principal intervención de esta planta fue la de tirar todos los tabiques y dejar un gran espacio abierto donde convive el salón y el comedor y, tras unas puertas de cristal, la cocina. Destaca el juego de los diferentes acabados que se combinan a la perfección: agradables texturas para las tapicerías, la calidez de la madera en muebles y revestimientos, lámparas y piezas de metal, el microcemento de la mesa del comedor y las paredes con acabado arcilloso y papel pintado. Para la distribución de la cocina se optó por la forma de ‘L’, incluyendo una isla La entrada se independiza del salón con una estética celosía de lamas de madera. central con parte destinada a almacenamiento y una barra con taburetes para comidas informales, de forma que la circulación en ella resulta muy cómoda. El detalle de elegir el mismo material para el fregadero y la encimera “es un efecto que nos gusta mucho al no haber tanto cambio de material ni de color”, explican desde el estudio. La gran cantidad de luz natural que se cuela por las tres ventanas de la cocina alcanza hasta el salón gracias al separador de cristal compuesto de una parte fija y la otra con puerta corredera. Tomando como referencia el mueble aparador del comedor, de diseño con puertas ranuradas, se establece una conexión con la pared que hay junto a la escalera, panelada de suelo a techo también con listones de madera de acabado roble y que oculta la puerta del aseo de cortesía, incluido el tirador. El objetivo era lograr “un efecto de camuflaje al 100%, para que pasara totalmente desapercibido”, explica Quiñones-Her, teniendo en cuenta que iban a respetar su ubicación original, pero necesitaban que no interfiriera en la unión visual del salón y la cocina.

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