48 BARNICES Barnizado de la madera Los barnices al agua y los acabados que permiten cambiar el aspecto del parquet marcan tendencia. A la madera una vez colocada se le pueden aplicar diferentes acabados. Sin ánimo de enumerarlos todos, los principales son el barnizado y el aceitado. En el mercado español predomina, históricamente, el barnizado para los pavimentos de madera. El propio barniz ha sufrido una evolución, como todos los materiales constructivos: desde los barnices de urea-formol a los de poliuretano al disolvente y, finalmente, los barnices en base agua. Ángel Nevado, presidente de ACIP La tendencia hoy día son los acabados en base agua, más ecológicos, además de variaciones que consiguen la alteración del color de la madera, el acabado invisible –muy en boga–, acabados extramates, cepillados a la madera… un sinfín de alternativas para el cliente final que puede variar el aspecto de su suelo a lo largo del tiempo para estrenar un nuevo acabado solo limitado por la imaginación. La aplicación de estos barnices implica, asimismo, una evolución del trabajo del profesional que la realiza, pues conllevan características de aplicación que es necesario conocer y que se acaban normalizando, con el tiempo, mediante la experiencia. Es por ello por lo que me permito, a grandes rasgos, indicar algunos consejos para conseguir un acabado notable para aquellos que tienen menos experiencia con el uso de estos barnices. LA IMPORTANCIA DEL LIJADO Una de las premisas más importantes para lograr un buen barnizado es que haya un buen lijado previo. Si el lijado falla, el resultado será deficiente, por un motivo u otro. El lijado comprende la operación de desbaste de la madera, masillado de las juntas o nudos muertos y pulido fino al final previo al barniz. Una característica del lijado en la aplicación de barnices al agua es que se han de usar lijas de mayor gramaje que con un barniz de poliuretano al disolvente, tanto para las pulidoras como para las lijadoras de orillas. El motivo de ello es que los barnices al agua se extienden mucho más que los barnices al disolvente para facilitar, entre otras cosas, una catalización completa. El resultado es que las capas son más finas y, normalmente, se requieren al menos tres capas de barniz, a diferencia de otros barnices para los
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