13 PROYECTO “El edificio tiene detalles como un cargadero continuo para que cada vecino pudiese modificar los vanos de su vivienda sin problema; elementos para reconducir la extracción de las calderas (que unifican y ayudan a modular la fachada), una puerta de garaje que es una auténtica maravilla y un alarde estructural; e incluso propusieron fabricar la fachada con materiales prefabricados. Una absoluta innovación para la época que nos hace ver que sus arquitectos, Ricardo Aroca y José Miguel de Prada Poole, iban claramente por delante de la técnica y la normativa”, explica con entusiasmo Iker López. Sobre este lienzo, el estudio de López ha configurado a medida una planta de 135m², con una altura de más de 3, que deja las vigas originales a la vista y que, con cada detalle planteado, busca suplementar el trabajo arquitectónico preexistente poniéndolo en valor desde su interior. Así pues, el nuevo diseño pasa por una distribución con tres dormitorios, dos baños, un amplio salón con zona de biblioteca y lectura, cocina-comedor, zona de entrada y hasta un espacio específico a modo de trastero. UN HOGAR CÁLIDO Y FUNCIONAL El nuevo orden de la vivienda, más cálida y apoyándose en materiales nobles como lamadera, nace del aprovechamiento longitudinal de las vigas vistas que recorren el espacio de norte a sur. Esas vigas se han convertido en el elemento vertebrador del proyecto, marcando los nuevos límites entre las zonas públicas y privadas de la casa y permitiendo disponer de programa a ambos lados de las mismas en su recorrido. “Así, hemos cumplido con los requerimientos y necesidades de los clientes que pedían, por un lado, un buen espacio de cocina, mucha capacidad de almacenaje, un rincón de lectura y la posibilidad de poder acoger invitados ocasionales, sin que esto supusiera condenar una estancia de la vivienda”, añade López. UNA COCINA CON ISLA VOLADA La cocina, sin duda, es uno de los puntos fuertes de la reforma. Una zona única y especial por su singularidad, complejidad y conexión con el propio espíritu arquitectónico del edificio que “hubiera sido imposible de imaginar, ni construir, en otra vivienda que no fuera esta”, subraya el arquitecto. En ella, una gran isla volada pende de una de las vigas estructurales del edificio. Esta isla descolgada se sostiene gracias a unas esbeltas patas de sección variable diseñadas en acero de 8mm, que se soldaron en obra adaptándose a las irregularidades del hormigón de la viga. Estas patas ocultan, mediante unas tapas, las instalaciones eléctricas. Los panelados de madera son una constante en toda la vivienda. (Proyecto y fotos: Iker López Estudio).
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