mantuvo en la estabilidad (0,09%). Solamente en un país, Portugal, el consumo cayó en 2021: un -10,38%. En términos de consumo por países, Alemania mantiene su primera posición (20,45%), seguida de Italia (10,49%) y Francia (10,19%), que adelanta a Suecia (9,88%). España se sitúa en el octavo puesto (6,49%), por detrás de Austria (7,73%) y los países nórdicos (6,81%). Este ranquing varía si consideramos el consumo per cápita de parquet: Suecia escala al primer puesto (0,86 m2), por delante de Estonia (0,77 m2) y Austria (0,76 m2). España apenas se sitúa en 0,12 m2. En cuanto a la producción en los países miembros de la FEP, creció un 6,92% en 2021 y excedió los 82 millones de metros cuadrados, un nivel que no se había visto desde el inicio de la crisis financiera (2008). La producción europea fuera de los países FEP se estima en 15,3 millones de metros cuadrados (9,7 de países miembros de la UE y 5,6 de países no miembros). Si sumamos ambos datos, la producción europea fue de 98 millones de metros cuadrados en 2021, creciendo un 7,88%. España ocupa una discreta octava posición en el mapa europeo de productores de parquet, con el 5,65% del total, en un ranquing encabezado por Polonia (16,06%), Suecia (14,94%), Austria (13%) y Alemania (9,94%). En 2021, la producción en nuestro país creció un 3,34%, lejos del 25% que registró Italia o del 17% de Francia. ...un complicado 2022 y un incierto 2023 Según datos de la FEP del pasado mes de junio, los mercados europeos han mostrado evoluciones diferentes durante el primer trimestre del año: mientras que Escandinavia y España reportan significativos incrementos de la demanda, el Benelux, Francia y Suiza presentan evoluciones más discretas y Austria y Alemania están experimentando decrecimientos y evidenciando dificultades para abastecerse. «Este fenómeno se espera que se extienda a todos los mercados en los próximos meses, dado que muchos de los miembros de FEC están experimentando problemas con el suministro de madera», vaticinaba la federación. Y es que la disponibilidad de materia prima a un precio asumible está limitando la evolución de la industria, reflejando las disrupciones que la cadena de suministros está sufriendo desde la pandemia. La situación geopolítica ha agravado la crisis, dado que una parte significativa de las materias primas y de los productos semielaborados procedía de Ucrania, Rusia y Bielorrusia. «Debido a la tensa situación de los mercados de madera y a la responsabilidad ecológica, no es posible diversificar las fuentes de abastecimiento hacia otros países y otras especies», afirma la FEP, que pide a las autoridades de la Unión Europea que adopten medidas para que el sector pueda mitigar los efectos de esta crisis. Particularmente, se exige una cuota para mantener la producción de roble dentro de las fronteras de la UE, limitando las exportaciones; así como nuevas politicas que permitan mobilizar los recursos forestales existentes, con una estrategia de biodiversidad y una gestión sostenible de los bosques. La FEP sugiere la necesidad de «adoptar una perspectiva a largo plazo para explorar alternativas al roble, con una visón sostenible y reciclable». Según la Asociación Nacional de Fabricantes de Parquet (ANFP), el 82% de la producción europea de parquet utiliza roble para la capa superior. La creciente demanda de este material en países como China ha complicado la disponibilidad de esta materia, cuyos precios se han encarecido de manera notable. Francia, primer productor europeo de roble y tercero a nivel mundial, ha experimentado incrementos de precios de hasta el 65% en la última década. Se calcula que entre el 25 y el 30% del roble europeo se exporta sin ningún tipo de transformación o procesamiento. «Ello se traduce en una pérdida de valor añadido, facturación y empleo en los aserraderos europeos y en una merma de competitividad y actividad para las empresas de segunda transformación de la madera de roble, como son los fabricantes de suelos de madera», dicen desde la ANFP. Este 2022, la situación se ha agravado tras prohibir Rusia la exportación de madera a China, al tiempo que otros países como Ucrania, Bielorrusia, Estados Unidos o Canadá también han limitado sus exportaciones. Ello ha tensionado todavía más el mercado europeo. Por ello, la ANFP también hace un llamamiento a adoptar medidas para mantener los troncos de roble en Europa y evitar las exportaciones masivas a China. Y no solo por la creación de empleos sino también por la huella de carbono, que se multiplica cuando los productos madereros terminan la fabricación en aquel país y vuelven a Europa para su comercialización. «A largo plazo, una solución a esta situación inestable y preocupante podría ser la reforestación de roble, ya que su ciclo de crecimiento es de más de 150 años, así como explorar sustitutos y alternativas sostenibles a esta especie maderera. Hay que poner en marcha políticas que permitan visibilizar la importancia de los aprovechamientos forestales sostenibles existentes en Europa», sugiere esta asociación. Por su parte, la Asamblea General de la European Timber Trade Federation (ETTF), celebrada el pasado junio, constató que la situación del sector de la madera en Europa viene marcada por stocks altos, tras el acopio general que hicieron los importadores europeos a final del año pasado y comienzos de 2022; una demanda desigual y precios inestables, a expensas de la evolución de la demanda en China y en Estados Unidos. «Es probable que se produzcan ajustes a la baja y se vuelva a un equilibrio como en la situación anterior a la pandemia», opina la Asociación Española de Comercio e Industria de la Madera (AEIM). 61 - PAVIMENTOS coyuntura VELF.pmd 10/10/2022, 12:30 3
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