las antípodas de la edificación sostenible: sólo el 0,2% de la superficie residencial cuenta con un certificado de sostenibilidad, frente al 20% en Dinamarca, por ejemplo. Un alto porcentaje del actual parque de viviendas español presenta necesidades de rehabilitación, tanto para restablecer o mejorar la calidad global del edificio como en lo referente a su comportamiento energético. El Green Building Council España (GBCe) considera que el mercado inmobiliario español necesita ponerse al día. Y es que, tal y como se desprende del estudio ‘EU Taxonomy Study: Evaluating the market-readiness of the EU taxonomy criteria for buildings’, publicado por GBCe -junto a los GBC deAlemania (DGNB), Dinamarca (DK-GBC) y Austria (ÖGNI)-, apenas un 15% de los edificios ya construidos serían capaces de cumplir más de dos tercios de los criterios que exige la normativa europea. La Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España (ERESSE) cifra en 7,1 millones los edificios que necesitan ser rehabilitados en España hasta 2050. En este contexto, en el que el casi uno de cada tres propietarios de vivienda en España —el 30,3%, según Eurostat— tiene una hipoteca, entra en juego otro factor fundamental: esas casas, que suponen el 63,7% del endeudamiento de los hogares, están envejecidas y son ineficientes. Madera y ahorro energético Partiendo del hecho de que la energía más barata es la que no se consume, el uso de la madera se revela como una de las estrategias más eficientes para el ahorro en los edificios. Sabiendo que, a través del suelo, se pierde entre el 7 y el 16% del calor de una vivienda o una oficina, los pavimentos de madera son un elemento a tener muy en cuenta a la hora de abordar la rehabilitación con criterios energéticos. En primer lugar, los parquets y pavimentos de madera son un buen aislante, que evita las pérdidas de temperatura en el suelo al romper los puentes térmicos, comportando un ahorro de calefacción y aire acondicionado, además de una sensación de confort i calidez. Y ello, tanto en climas cálidos como fríos y con una alta humedad, aunque su capacidad aislante es mejor en temperaturas bajas, dado que se compensan las influencias de humedad y temperatura. De forma natural, la conductividad térmica de la madera varía entre 0.29-0.13 W/m.K. y puede mejorar si observamos que el calor específico de la madera ronda los 1.600J/Kg.k, lo cual genera un comportamiento físico idóneo. De este modo, para climatizar una estancia será necesario atemperar el aire interior de la misma pero no el revestimiento de madera de suelos, paredes y techos. Es decir, no se crean superficies «frías o calientes», cosa que sí que ocurre con otros elementos estructurales o de revestimiento: cuando el aporte energético a suministrar es la suma de la adecuación del aire interior a una temperatura estable y la climatización de los revestimientos de la sala, se genera un mayor consumo de energía. Además, la baja conductividad de la madera (con valores aproximados w/(m.k): 0.163) y su difusividad térmica (m2/s)(x10-6): 0.193) reflejan una idónea resistencia, favoreciendo una baja disipación del calor en estaciones invernales y una disminuida absorción y acumulación del calor en verano. Algo que repercute también en la conducción eléctrica, funcionando como aislante natural para las personas en puntos de acumulación de alta intensidad o fallos eléctricos. Pero además, si vamos más allá en los criterios de sostenibilidad, sabemos que la fabricación del suelos requiere mucha menos energía de la que se consume con otros materiales. Su huella de carbono es, por lo tanto, sensiblemente pequeña: se calcula que el uso de la madera en una estructura puede llegar a rebajar entre 8 y 13 veces la energía necesaria en comparación con una equivalente de acero, aluminio, cemento u hormigón armado, que requieren mayores cantidades de energía para su producción. Aello se suma el hecho de que la madera sea un material natural, biodegradable, sostenible y renovable, que no necesita un gran mantenimiento y que tiene una larga duración. Además, es capaz de absorber CO2: cada metro cúbico de madera 53 - PAVIMENTOS informe climático VELF.pmd 10/10/2022, 12:24 3
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