cado (que ahora demandan grandes formatos, biselados y registros sincronizados) para distanciarse del producto commodity y poder acceder a proyectos más selectos en la reforma residencial, la obra nueva o los proyectos. El mercado español está dominado por el roble en distintas tonalidades, especialmente los naturales y los acabados mate. Según los expertos, se percibe poco nivel de atrevimiento o variedad. El particular busca preferentemente diseños que reproduzcan la madera noble y tonos neutros que no condicionen demasiado la decoración de la casa. Lo cierto es que los fabricantes ofrecen un rango muy amplio de especies, colores y formatos, pero gran parte de estas soluciones quedan restringidas a unos pocos proyectos donde la aportación de los decoradores o interioristas cobra relevancia. Un tema importante es que la situación de los precios está estabilizada entre las grandes marcas para el sector de la distribución. La comercialización tradicional a través de almacenes sigue su curso sin grandes cambios. De todos modos, siempre hay ofertas de producto de importación o de pequeños fabricantes a precios difíciles de entender. Los suelos laminados han mejorado sus prestaciones continuamente desde su aparición hace treinta años: Sistema click, poro sincronizado, grandes formatos, mejor resistencia al agua, etc. Pero un proveedor considera que «en los últimos cinco años no ha habido mejoras significativas y otros productos están aportando soluciones alternativas». Con todo, afirma que algunos fabricantes de suelo laminado «han lanzado pavimentos que imitan en aspecto y propiedades al suelo de vinilo para no perder cuota de mercado». Este tipo de material generalmente no lleva PVC en su interior. Ésta sería, en su opinión, la mayor innovación o inversión en I+D en este sector. El continuo desarrollo tecnológico de los laminados en resistencia al agua y reducción acústica plantea la cuestión de si, inevitablemente, constituirán una nueva categoría de producto (que exigirá su propia normativa) o bien desembocará en dos líneas de producto diferenciadas: la normal y la de altas prestaciones. Un operador cree que se consolidarán líneas con diferentes calidades pero «el laminado no puede perder su esencia de producto en base madera, con instalación flotante clic y para uso comercial y residencial, que es lo que le ha situado donde está hoy». En cambio, las nuevas categorías que surgen están pensadas para productos claramente distintos en composición, metodología de instalación o tipo de uso. Otro experto coincide en que en ningún caso el desarrollo de mejoras técnicas va a dar lugar a una nueva categoría de producto: «Lo que sucederá es que, como ya ocurre hoy, habrá una serie de marcas Prime que desarrollen e incorporen las nuevas tecnologías, y luego los laminados a precio que cumplirán solo los mínimos que marca la normativa europea pero sin aportar valor añadido». Hace algunos años parecía asumido que la impresión digital iba a jugar un papel importante en los pavimentos laminados, pero su expansión comercial es inferior a la esperada. Un proveedor señala que su incidencia en el mercado es «prácticamente irrelevante» pues muy pocos fabricantes le dan importancia comercial o productiva: «A día de hoy no está afianzada en cuanto a costes, calidad y mucho menos en modelo de negocio». Afirma que todo llegará pero que «el desarrollo e innovación es más grande todavía en la producción por prensa de melamina que en impresión digital». Otro especialista considera que «el papel de los laminados fabricados con la tecnología de impresión digital está siendo residual» ya que «no se han cumplido las expectativas que se depositaron en esta nue-
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