Puericultura Market 175

GESTIÓN DEL PUNTO DE VENTA En este nuevo artículo, Beatriz Colina nos habla de la importancia que tiene la adquisición de un sistema de seguridad adecuado para un bebé, así como de dónde es necesario un correcto protocolo A.P.I., siglas que corresponden a las iniciales de las palabras Asesoramiento, Prueba e Instalación, tal y como se indica desde el portal Seguridad Vial en Familia. Hablemos de seguridad 98 Beatriz Colina, gerente del punto de venta especializado Amatxu Denda (Bermeo, Vizcaya) Para que un sistema de seguridad infantil se venda con la máxima seguridad, es necesario realizar un asesoramiento previo, teniendo en cuenta el vehículo donde se va a instalar, así como las características del niño o niña, además de otros factores como son la adecuación al espacio y al presupuesto del cliente. Una vez elegidos los modelos que mejor se ajustan a las necesidades de cada consumidor, hay que realizar una prueba en el coche y elegir el modelo adecuado. El profesional ha de realizar la instalación del dispositivo, así como una breve explicación de su uso a los futuros usuarios y garantizando la seguridad de este. En nuestro caso aparte de aplicar el protocolo A.P.I (Asesoramiento, Prueba, Instalación) posteriormente siempre mandamos un e-mail al cliente con un link de vídeos y las instrucciones de la silla para el coche adquirida, ya que generalmente los padres no leen las instrucciones. Este quizá sea el punto más importante de una correcta compra para que se ajuste lo máximo posible a lo que necesitamos y podamos usarlo de la forma adecuada y la más segura. Esto solo es posible si acudimos a un centro especializado y dejamos asesorarnos, que eso es para lo que estamos las tiendas especializadas. Es bastante habitual que los clientes acudan a informarse con ideas bastante confusas, ya que aquí podríamos diferenciar entre varios tipos de compradores. TIPOS DE COMPRADORES El que quiere algo baratito Porque claro, ya se ha gastado mucho en la silla y todos los complementos de paseo, y ve la silla auto como algo secundario. Este es un cliente complicado, ya que parte de una base difícil donde en su vocabulario no existe la palabra seguridad y requiere un largo tiempo de explicación, ya que hay que hacerle ver que lo que busca no es lo más seguro y que esto es el primer requisito que ha de tener la silla para el coche. El superinformado Aquel que ha pasado horas buscando información y a veces parece saber más que el propio fabricante. Este tampoco es un cliente fácil, ya que tiene tal colapso de información que cree saber lo que quiere, pero al final te va a acribillar a preguntas y te va a hacer hasta sudar. Es un cliente interesante y a veces suponen hasta un reto. Amí me han llegado a venir hasta con un ‘Excel’ comparativo de modelos y prestaciones para una silla, como si dudasen a veces de tu criterio. El que viene directamente a por una silla contramarcha Este cliente viene con toda la seguridad de haberse informado, y la verdad es que da gusto atenderlos. Suelen ser clientes abiertos a que les expliques todas las características, preguntan todas las dudas, probamos varias sillas y, por lo general, son clientes muy agradecidos que luego te recomiendan. El que compra la silla familiar Esa que compran generalmente los abuelos o tíos, es decir, los compañeros de crianza, que necesitan algo versátil porque llevan a varios nietos/ sobrinos. Aquí es donde entramos en el mundo multigrupo y acaban llevándose una silla de este tipo con la aclaración de que ha de llevarla a contramarcha hasta al menos 4 años (echo que les sorprende a muchos). Además, debería ser sencilla en su uso,

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