PK163 - Puericultura Market

GESTIÓN DEL PUNTO DE VENTA 72 Una visión prospectiva a largo plazo en un entorno tan volátil como el de las últimas décadas ya era complejo, como para sumarle ahora un factor tan desestabilizador como una pandemia mundial. Ante esta incertidumbre, ya habíamos hecho referencia otras veces al entorno VUCA (Volatility, Uncertainly, Complexity and Ambiguity), es decir, un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo, donde todo cambia exponen- cialmente. A este entorno le sumamos ahora una pandemia, en la que los cambios son drásticos e inesperados. Habiendo pasado ya cerca de diez meses desde el primer confinamiento, algunos de los cambios propiciados por la crisis sanitaria pueden llegar a consolidarse como hábitos, pero estos solo serán los que nos reporten algún beneficio, que generalmente suele ser la comodidad, como por ejemplo el teletrabajo, disfrutar de la naturaleza, comprar por el móvil o pasar todavía más tiempo en casa. Por esta razón, solo puedo predecir en función de lo que se observa en el presente y en base a ciertas macro- tendencias crecientes, potenciadas por la pandemia. Así, reescribo el artí- culo de hace poco más de un año ‘Las 5 macrotendencias de consumo en 2020’, para ver qué ha cambiado y qué se ha mantenido. ACTIVISMO DE PROXIMIDAD Se refería a los ciudadanos que se preocupaban por expresar sus ideas a partir de lo consumido. Ya fuese el feminismo, la ecología, el movi- miento LGTBIQ o los nacionalismos. El consumo como acto político. Esta macrotendencia se ha mantenido, incluso incrementado. Lo que sucede Este artículo pretende hacer el ejercicio de adivinar hacia donde irá el consumidor en el presente 2021. Predecir en tiempos de pandemia es como intentar lamerse el codo. Todos creemos que es fácil, pero al intentarlo la mayoría terminamos haciendo el ridículo. Dr. Albert Vinyals Ros, docente de psicología del consumo y neuromarketing en ESCODI Predecir el consumo en pleno 2021 es que han cambiado los objetivos ideológicos de nuestro consumo y, sobre todo, ha cambiado la forma de expresar las ideas. Por ejemplo, segui- mos medianamente concienciados sobre el medioambiente, pero en tan solo un año hemos pasado de cen- trarnos en los productos ecológicos a hablar de decrecimiento y austeridad, fruto del miedo y la crisis económica. Esta tendencia no desaparece porque parte de los valores de las personas y no de factores socioeconómicos. Pese a la crisis, movimientos como el ‘Black lives matter’ en Estados unidos o el apoyo a Trump, el feminismo a nivel global o cierto rechazo a la globaliza- ción, se han transformado en actos de consumo y campañas de ciertas marcas o boicots a otras compañías que no lo cumplían. Actualmente, en nuestro entorno, las principales formas de activismo mediante el consumo son la proximidad que engloba cierto rechazo a la globalización, la soste- nibilidad, las necesidades surgidas del teletrabajo y los confinamientos e incluso el nacionalismo. También se mantiene el feminismo y la soste- nibilidad traducida en actos que van desde el anticapitalismo, el km 0 o la economía circular. Cada vez compra- mos más en base a nuestros valores. LO VIRTUAL La mayoría de los avances tecnológi- cos que afectan el consumo tienen un impacto tan fuerte, como corta suele ser su duración. Esta tendencia sigue igual de vigente que hace un año, pero se traduce en nuevas aplicaciones y tendencias de consumo. Pasada la fase más dura de la pandemia, bajará el teletrabajo y las vídeo-llamadas, pero

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